Las órdenes firmadas por Donald Trump -una por cada red social- entrarán en vigor el 20 de septiembre. A partir de esa fecha quedará prohibida cualquier transacción con ByteDance, propietaria de TikTok, y con Tencent, aunque en este caso no afectará a las empresas de videojuegos Epic Games. Y Riot Games, también de Tencent.

Al presidente norteamericano no le gustan las redes sociales y mucho menos las chinas, cada vez más numerosas. Su propagación, según Trump, “continúa amenazando la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos” ya que pueden proporcionar gran cantidad de datos de los usuarios al Partido Comunista chino, incluidos datos sensibles de ciudadanos norteamericanos.

Aunque TikTok es más conocida en España, la prohibición de Wechat puede tener consecuencias mucho más graves. Estamos hablando de una aplicación que comenzó siendo de mensajería pero que ahora incluye transferencias de dinero y comercio electrónico. Tiene más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo, entre otras razones porque controla el mercado chino. Cualquier empresa norteamericana que tiene intereses en China utiliza Wechat. No hay otra alternativa: otras aplicaciones, incluida Facebook, están bloqueadas en el gigante asiático. Así, el veto a Wechat podría afectar a la fabricación de los iPhone.

Trump tampoco se lleva bien con Facebook, a la que acusó en 2016 de silenciar la campaña electoral republicana. Y más recientemente -jueves 6-, fue Facebook la que retiró un vídeo de Trump porque, según la red social, desinformaba acerca del coronavirus.

O sea que Trump ataca a las telecos y redes sociales chinas mientras las redes sociales norteamericanas le atacan a él.