El Tesoro Público ha colocado este jueves 4.973,36 millones de euros en una nueva subasta de deuda, ligeramente por debajo del objetivo de 5.000 millones. La demanda ha sido de 8.489 millones de euros.

En concreto, ha vendido 2.725 millones con un bono a 3 años, con cupón del 0,00%, y ha situado el tipo de interés marginal en el -0,222%, menos negativo que el -0,375% de referencia de la emisión del pasado 9 de enero.

En cuanto a las obligaciones, ha captado 1.345 millones en obligaciones a 5,9 años, con cupón del 2,15%, pasando a cobrar a los inversores al situar el tipo en el -0,001%, frente al 1,047% de la subasta del 1 de febrero de 2018.

Por último, ha logrado emitir 903 millones en obligaciones a 30 años, con cupón del 2,70%. En este caso, el tipo de interés marginal ha sido del 1,281%, cuando la referencia era del 1,332% en la puja del 5 de diciembre del año pasado.

En resumen, no se puede hablar de fracaso pero si de cierta inercia en la colocación. Apenas visible, si consideramos que los tipos, el elemento más importante, no pueden evolucionar mejor. En cualquier caso, el problema de la deuda pública española no es de calidad ni de precio: es de cantidad: demasiada deuda, que ahoga la economía española... y a la siguiente generación de españoles.