Se han ocultado las primeras muertes causadas por patinetes eléctricos, mientras Tráfico planea su regulación. Pero no es la primera vez que se silencia un fallecimiento relacionado con los nuevos vehículos de la llamada ‘movilidad sostenible’: ya pasó en febrero de 2016, cuando la diputada de Junts pel Sí y expresidenta de Òmnium Cultural Muriel Casals murió semanas después de ser atropellada por una bicicleta.

Ahora ya van tres fallecimientos por culpa de los patinetes eléctricos, que se sepa: un peatón y dos conductores. En el caso del peatón, era una anciana de 92 años, que murió el pasado agosto al ser arrollada por un patinete que circulaba a unos 30 kilómetros por hora (km/h) en una zona de uso peatonal en Esplugues de Llobregat (Barcelona); un caso que está en pleno proceso judicial. Respecto a los conductores: un niño de cinco años falleció al invadir la calzada y ser atropellado por un autobús el pasado enero en Badajoz y una mujer de 39 años murió después de caer a la calzada y ser arrollada por un camión en Sabadell. 

Ahora la Dirección General de Tráfico (DGT) planea prohibir la circulación de los patinetes eléctricos por la acera e imponerles una velocidad máxima de 25 km/h. Además, no será necesario obtener un permiso de conducción, pero sus conductores sí podrán ser sometidos a controles de alcoholemia y drogas, como el resto de conductores. Y es que a las muertes conocidas, se suman atropellos con consecuencias menos fatales y diversos accidentes relacionados con este nuevo vehículo.