El presidente Sánchez sigue a por todas, en clave sobre todo electoral, este miércoles con la presentación del paquete de medidas de energía y clima para descarbonizar al 100% de España en 2050, y ante los primeros espadas de las eléctricas, los mismos que cuestionan sus planes, salvo el eólico Sánchez Galán (en la imagen, a la derecha), a los que mezclado don ONG del tipo Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción o Greenpeace

En clave electoral, básicamente, porque la transición energética de Teresa Ribera quedó paralizada con el rechazo a los Presupuestos, antes de la convocatoria de elecciones, y en segundo término porque el presidente no ha dicho nada que no ha haya dicho la ministra, que se ha topado, además, con la rebelión encabezada por Endesa, Naturgy y Repsol.

No estamos ante una transición energética justa, sino ante una transición para ricos

¿Diferencias? Pocas: Ribera habló de una inversión hasta 2030 de 200.000 millones, y el presidente ha elevado algo más, a través de colaboración pública y privada, como la creación por esa vía de más 300.000 empleos.

Sánchez, además, ha adaptado la “transición justa” de Ribera a que ese proceso se va a realizar “sin dejar a nadie atrás”. Es, precisamente, el temor generalizado: que no estamos ante una transición energética justa, sino, por las prisas y faltas de acuerdo o de planificación, ante una transición para ricos.

A partir de ahí, más de lo mismo en metas, como duplicar la generación renovable del 40 al 74% en 2030 y del 100% en 2050, la reafirmación del fin de las ventas de coches que emitan C02 en 2040.

Sánchez prevé solucionar con subastas de energía previsibles la ausencia del carbón y de las centrales nucleares

Sánchez, que ha elevado su transición energética al programa oficial del PSOE, prevé solucionar con subastas de energía previsibles la ausencia del carbón, primero, o de las centrales nucleares, a partir del 2035. En los dos casos, orquestando los cierres con ayudas europeas, incentivos fiscales y subvenciones.

Al acto de Sánchez, al que no han sido invitadas todas las empresas del sector, han acudido presidentes ejecutivos, como el caso de Galán, consejeros delegados, como en el caso de José Bogas por Endesa (Borja Prado ya no cuenta) o directores generales, como en el caso de Repsol, con Arturo Gonzalo Aizpiri (de Personal y Recursos Humanos).

También otros presidentes, como Antonio Llardén (Enagás), Miguel Antoñanzas (Viesgo), José Manuel Entrecanales (Acciona) o Gonzalo Urquijo (Abengoa), pero uno se pregunta por las ausencias, a veces tan importantes como las ausencias.