Parece que el Grupo PSA (Peugeot, Citröen, DS y Opel) continúa con buen rumbo, como en el primer semestre: mejorando en rentabilidad e ingresos, pese a la caída de ventas. Por ello, mantiene sus previsiones anuales, una situación bien distinta a la de su compatriota Renault.

El grupo automovilístico francés que tiene como presidente ejecutivo al portugués Carlos Tavares ha logrado una facturación de 15.579 millones de euros (+1%) en el tercer trimestre, de los que 11.824 millones (+0,1%) procedieron de la división de Automoción. Así, la cifra de negocios de los nueve primeros meses del año ha ascendido a 53.920 millones, una cuantía similar a la del mismo periodo de 2018 para el mayor fabricante y vendedor de coches en España.

Caen las ventas de Peugeot (-8%) y Opel (-6%), mientras suben las de Citröen (+3%) y se disparan las de DS (+33%)

Entre julio y septiembre, PSA vendió 674.000 vehículos, lo que supone un 4% menos. Por marcas, destacan las caídas de Peugeot (-8,3%) y Opel/Vauxhall (-6,2%), frente a las subidas de Citröen (+3,5%) y las ventas disparadas de DS (+33%). Claro que el descenso de ventas del grupo fue compensado por la mejora de la rentabilidad (+4,4%) y los mayores precios (+1%).

Por países, las ventas de PSA se desplomaron un 40% en China y en el sudeste asiático, mientras que Hispanoamérica bajaron un 7,2% y en Europa, un 2,7%; eso sí, en Medio Oriente y África, las ventas subieron un 41,2%. De cara al conjunto del año, prevé seguir a la baja en: Europa (-1%), Hispanoamérica (-5%), China (-7%) y Rusia (-2%).

Paralelamente, conviene recordar que estos números llegan dos semanas después de que Tavares alertara del “dogmatismo” europeo contra la automoción, sobre todo, por las medidas “radicales” de España, Italia y Alemania para reducir emisiones. Y es que todo ello puede repercutir en la actividad y el empleo del sector.