Nuevo jarro de agua fría sobre los afectados del Popular. El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha decidido prorrogar hasta mediados de septiembre el secreto de sumario sobre la pieza separada del caso que contiene la documentación remitida por el Banco Central Europeo (BCE) sobre el Popular.

Los afectados del banco confiaban en tener acceso a esa información el 18 de agosto, fecha prevista inicialmente por Andreu para el levantamientos del secreto de sumario. Ahora, tras conocerse el contenido del auto dictado por el juez y al que este martes ha tenido acceso la agencia EFE, tendrán que esperar hasta mediados de septiembre… y ya veremos. 

En el escrito, el juez se ha apresurado a señalar que la decisión no puede “provocar indefensión alguna” en las partes, ya que “tendrán la oportunidad posterior para defenderse”. Sólo faltaría que no la fueran a tener. El problema es que la justicia, cuanto más lenta, menos justicia. Y este caso, conociendo la velocidad de Andreu (el caso Bankia comenzó en 2012), tiene visos de convertirse en casi eterno. Como haya indemnización, los intereses de demora van a ser impagables.

Seguimos pendientes del informe de los peritos del Banco de España encargado por Andreu

Andreu retrasa el caso pero la JUR, por su parte, no solo ha hablado reiteradamente sobre el Popular, sino que ya ha ejecutado el proceso sin tener en cuenta posibles consecuencias jurídicas. Porque, ¿qué pasaría ahora si Andreu diera marcha atrás? ¿Cómo se ejecutaría su orden? Sería imposible.

Por cierto, seguimos pendientes del informe de los dos peritos del Banco de España encargado por Andreu en noviembre de 2017. Es clave en el proceso porque hasta que el magistrado no lo tenga encima de su mesa no comenzarán las declaraciones de los investigados.