Armenia y Azerbaiyán llevaban semanas en guerra para hacerse con el control de Nagorno Karabaj.

Y después de una serie de victorias azerbaiyanas en su lucha por recuperar la disputada región, la noticia ha sido que ambos países han firmado un acuerdo. Acuerdo, por cierto, auspiciado por Rusia y su presidente Vladimir Putin, que también lo firmó. De hecho, Rusia está desplegando a casi 2.000 militares para garantizar su cumplimiento, recoge AFP.

Según el pacto firmado, Azerbaiyán y Armenia se quedarán en las posiciones ya tomadas, informa el canal ruso RT. Y, según Europa Press, el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev afirmó que Armenia deberá devolver el distrito de Kalbajar el 15 de noviembre y el distrito de Lachín para el 1 de diciembre. Al mismo tiempo, el Gobierno de Armenia se reserva en Lachín un corredor de cinco kilómetros de ancho para garantizar la conexión con Nagorno Karabaj.

En ese acuerdo ha tenido que ceder sobre todo el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, quien en Facebook, aseguró que fue una decisión "increíblemente dolorosa para mí y para nuestro pueblo", pero que tuvo que tomar la decisión tras "analizar en profundidad la situación militar", en alusión a los avances azerbaiyanos en el terreno. Sin embargo, el presidente de Armenia, Armen Sarkisián, ha asegurado que no ha sido consultado sobre el acuerdo. Y, por ese motivo, “teniendo en cuenta la profunda preocupación de amplias masas de población por la situación actual”, el presidente de Armenia ha anunciado que comienza “de inmediato” una ronda de consultas para acordar tan pronto como sea posible “soluciones” que partan de la “agencia de protección de los intereses nacionales”.

Por su parte, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, proclamó la "capitulación" de su enemigo, aunque no haya reconquistado todo Nagorno Karabaj. "Dije que expulsaríamos (a los armenios) de nuestra tierra como perros, y lo hicimos", dijo, tratando al primer ministro armenio de "cobarde" por no haber firmado la declaración frente a las cámaras.

Turquía felicitó a Azerbaiyán y alabó su "importantes conquistas" frente a Armenia en el enclave.

Nuevamente, Occidente ha abandonado a los armenios a su suerte. Precisamente a los armenios, el primer pueblo cristiano de la historia, que ya sufriera el feroz genocidio turco contra los cristianos, en 1921.