El pasado viernes 23 la mayoría de los partidos presentes en la Comisión del Pacto de Toledo aprobaron -otro consenso ‘histórico’- que se pondrían de acuerdo (sólo era un pre-acuerdo) sobre el sistema de pensiones. O sea, no acordaron nada práctico. La nómina de las pensiones supone 10.000 millones de euros mensuales -por 14 pagas- y creciendo. Eso sólo las pensiones contributivas.

El PP, incluido en el ‘acuerdo’, en otra de esas rendiciones cada vez más acelerada a la demagogia socialista, de don Pablo Casado.

Un acuerdo que conlleva la subida de las pensiones según IPC. Lo cual no está nada mala, porque estamos en IPC negativo, pero a los tontos les parece una medida muy progresista. ¡Ah!, y el mantenimiento de la jubilación de los funcionarios a los 60 años, una licencia que tradicionalmente ha resultado injusta y ahora resulta simplemente peligrosa.

Todo lo que no sea jubilarse por debajo de los 70 años es mantener el sistema quebrado

Para entendernos, el sistema público de pensiones está quebrado por el envejecimiento acelerado de la población española. Estas palabras son las que los profanos no quieren escuchar y las que los iniciados ocultan o se engañan a sí mismos. Y esa quiebra de hecho supone un peso insufrible sobre las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral y sobre los trabajadores activos.

El acuerdo supone otro bluf de Pedro Sánchez que apenas se ha atrevido, y el PP ha aceptado, hablar de retraso en la edad de jubilación, retraso lentísimo, como el de ahora mismo, que supone achicar agua de una barca que se hunde, con una cucharilla de café. 

Al tiempo, las cuotas sociales no dan para pagar las pensiones pero continúan siendo la gran barrera para la creación de empleo. En España, despedir es mucho más difícil que divorciarse.

Urge promover la natalidad mediante un salario maternal. Sí, pagar un salario por cada hijo habido y hasta que el hijo se independice. Un gasto sí, pero un gasto imprescindible 

Dos verdades que conviene recordar de continuo: o empezamos a jubilarnos a los 70 años o no podremos pagar las pensiones de hoy. Segundo: o tenemos más hijos o no podremos pagar las pensiones de mañana. Un gasto sí, pero un gasto imprescindible, además de justo.

Por decirlo pronto: estamos ante otro bluf de Sánchez: un acuerdo sobre la reforma del sistema de jubilación… que nada solucionará. Y el PP de Casado colabora en el engaño y así difunde el infundio.

Insisto en lo que pocos quieren escuchar: todo lo que no sea jubilarse por debajo de los 70 años es mantener el sistema quebrado. Además, sin promover la natalidad no hay solución, porque el problema es el envejecimiento de la población española.

Encima, las cuotas sociales constituyen la gran barrera para la creación de empleo. Además, en España, despedir es mucho más difícil que divorciarse

La natalidad se promueve con un salario maternal, que deberán cobrar los padres por tener un hijo hasta que el hijo se independice. El salario maternal constituye la gran prestación social pendiente que un gobierno feminista se niega a afrontar.

Lo otro, por ejemplo el “histórico” acuerdo del viernes 23, es una grandísima mentira. Si usted se la quiere creer… allá usted. Pero el sistema de pensiones continúa quebrado.