España y Marruecos emitieron ayer un comunicado conjunto en el que explicaban las razones del retraso de la Reunión de Alto Nivel: “España y Marruecos han constatado que la situación epidemiológica actual impide celebrar la Reunión de Alto Nivel en la fecha prevista con las garantías de seguridad sanitaria que se estiman convenientes por ambas delegaciones. Por este motivo, ambos países han acordado posponer al mes de febrero de 2021 la celebración en Marruecos de la Reunión de Alto Nivel, de tal modo que pueda desarrollarse con fluidez, incluyendo los encuentros habituales que son propios de una reunión de esta envergadura”.

Recordemos las recientes declaraciones del vicepresidente segundo Pablo Iglesias pidiendo un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental, cosa que no ha gustado nada a Rabat. Y por ello, Iglesias no iba a acudir finalmente a la cumbre bilateral.

Hoy ha sido preguntado Pedro Sánchez por el retraso de la cumbre entre ambos países. Y el presidente del Gobierno español ha asegurado que “la relación es excelente”. También ha negado que sea un toque de atención de Rabat hacia España para que cambie su postura sobre el Sáhara Occidental.
 
Postura que reafirmó ayer la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de que reconocería la soberanía marroquí sobre ese territorio en disputa, como parte de un acuerdo por el que Marruecos e Israel normalizarán sus relaciones diplomáticas. Laya llamó a respetar las resoluciones de las Naciones Unidas  -es decir, un referéndum-  sobre la cuestión del Sáhara Occidental, recoge RTVE.

Además, todo el mundo sabe que la creciente afluencia de pateras hacia Canarias se ha hecho bajo el consentimiento de Marruecos, que controla perfectamente ese flujo... si le da la gana.

Y hay que recordar también todo el dinero que se ha llevado Marruecos de la UE precisamente para que controle esos flujos migratorios.