El low cost textil no ha resistido el impacto negativo del coronavirus. Así se puede ver en Primark, pues prevé una caída del 60% del beneficio operativo ajustado en su presente ejercicio fiscal (cerrará a mediados de septiembre). En concreto, estima que será de entre 333 millones de euros y 388 millones, es decir, entre un 67% y un 62% inferior, quedándose lejos de los 1.012 millones del ejercicio precedente.

La cadena textil irlandesa, que pertenece al grupo británico AB Foods, ha reducido sus ventas un 75% en su tercer trimestre fiscal (1 de marzo a 20 de junio), hasta los 645 millones, debido al cierre de tiendas provocado por las medidas de restricciones y confinamiento que había en varios países ante la pandemia. Aunque con variaciones temporales, el comportamiento de Primark ha sido peor que el que han tenido los gigantes del sector: las ventas de Inditex han caído un 44% en su primer trimestre fiscal (febrero-abril), hasta 3.303 millones, y las de H&M, un 50% en su segundo trimestre (marzo-mayo), a 2.737 millones.

El descenso de las ventas por el cierre de tiendas también ha afectado a la liquidez: 887 millones han salido de la caja entre el 1 de marzo y el 23 de mayo

En el conjunto de los nueve primeros meses de su ejercicio, la facturación de Primark se ha situado en 4.755 millones, un 27% inferior a la de hace un año, y sólo en marzo, cuando todas las tiendas estaban cerradas, la pérdida de ventas ascendió a 720 millones. Todo esto también ha afectado a la liquidez: 887 millones han salido de la caja entre el 1 de marzo y el 23 de mayo. Y aunque la reapertura de tiendas ha mejorado la situación, las ventas siguen en descenso: entre el 4 de mayo y el 20 de junio, han ascendido a 357 millones (-12%).

Un contexto ante el que Primark ha reaccionado retrasando su programa de aperturas de tiendas en el segundo semestre, aunque en el tercer trimestre abrió cinco: entre ellas, la situada en Plaza de Cataluña, en Barcelona, de 7.000 metros cuadrados, lo que la convierte en la segunda más grande de España tras la de la Gran Vía madrileña (12.400 metros cuadrados en un edificio propiedad de Amancio Ortega, fundador y principal accionista de Inditex). Y en lo que queda de ejercicio prevé abrir otros cinco establecimientos y ampliar los de Málaga y el centro comercial Ubbo de Lisboa (Portugal), elevando a 1,5 millones de metros cuadrados su superficie comercial.