Con las mismas armas con las que se tumbó a Carmen Montón se podía haber tumbado a Pedro Sánchez. Si cabe, con más razón, dado que lo de la ministra era un insignificante trabajo de fin de máster mientras lo del presidente del Gobierno era una tesis doctoral, la más alta distinción que otorga la universidad.

Sorprendente el apoyo del grupo Atresmedia al Frente Popular (PSOE, Podemos y Tripartito), en el caso ‘tesis doctoral’

Sin embargo, la reacción de, no solo de la controlada RTVE, sino de Mediaset y, lo más sorprendente, del Grupo Atresmedia, con el caso Tesis de Sánchez, consistió en una defensa a ultranza del presidente del Gobierno, una defensa tan descarada con ataque a los denunciantes –por ejemplo, al ABC- que abochorna a cualquier periodista ecuánime.

Dicen que Mariano Rajoy conquistó el apoyo de toda la prensa, incluido El País. Sánchez ha conseguido el apoyo de todas las televisiones, incluida A-3 TV y La Sexta, del grupo Planeta. Y el poder, en una sociedad frivolizada no radica en la prensa, sino en la TV.

La verdad de fondo es que ni Cifuentes ni Montón ni Casado ni Sánchez deben dimitir por las chorradas del plagio

Con los mismos argumentos de plagio con los que La Sexta fusiló a Montón se podía haber tumbado a Sánchez, solo que el canal de Planeta decidió invertir los términos. Así que no lo duden, Sánchez no caerá. Es más, puede conseguir el doblete: haber forzado la dimisión de Carmen Montón para conseguir la dimisión del presidente del PP, Pablo Casado.

La verdad de fondo es que ni Cifuentes ni Montón ni Casado ni Sánchez deben dimitir por las chorradas del plagio.

En paralelo, manoseando la momia de Franco, el PSOE rompe la concordia de la Transición y sitúa a los españoles ante el mismo chantaje de la muy democrática II República española: o te entusiasma sacar un cadáver momificado de su tumba, donde yace desde hace 42 años, o eres un fascista redivivo.

Al final, todo en Pedro Sánchez y en su frente popular con Podemos y los separatistas es… cristofobia

De paso, don Pedro gana la Guerra Civil del 36, ochenta años después y sin jugarse el pellejo. Y la guinda de la tarta: aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para darle una toba al cura.

Porque lo de ayer solo es el principio: la momia del ‘dictador’ es lo de menos: ahora van a demoler la cruz del Valle de los Caídos, luego la basílica, luego echamos a los monjes benedictinos… Insisto, lo que distingue al Gobierno Sánchez es la cristofobia.

El odio a Cristo constituye, además, la argamasa que une al Frente popular: socialismo, comunismo y nacionalismo separatista. Justo igual que durante la II República, el mismo Frente Popular que nos llevó a la Guerra Civil.