Kutxabank, fusión de las antiguas tres cajas de ahorros vascas y brazo -armado, aunque no mucho- financiero del PNV ha publicado sus resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año.

En su línea: más solvencia que rentabilidad aunque, eso sí, el negocio típico, el margen de intereses, crece en positivo, un 2,2%, el mismo incremento en comisiones que en créditos. Y eso, a día de hoy, es todo un logro.

Eso sí: la caja del PNV ha enderezado su negocio básico 

El TIER 1 es muy alto, roza el 17% y la tasa de morosidad bajísima (apenas el 3,3%). Sin embargo, la rentabilidad de los fondos propios alcanza el 7%... y ya no se le puede echar la culpa a Cajasur, porque lo cierto es que su aportación aunque aún mínima, es positiva.

Al final, las participaciones industriales salvan la cuenta de resultados, con un semisuma que aporta 60 millones de euros sobre el ejercicio anterior. Aún hay dependencia del ROF; que sería mejor olvidar y Goyo Villalabeitia, presidente de Kutxabank debería preocuparse menos de mantener la identidad peneuvista y más de diversificar para compensar los tipos negativos.

Villalabeitia no puede pretender influencia política en las empresas sin poner dinero

El PNV cree en la banca industrial -yo también- pero si quiere mantener una cartera industrial digna de tal nombre debería poner dinero para controlar -en Euskaltel, por ejemplo-  o poner dinero para seguir influyendo -en Iberdrola, por ejemplo-. Porque un cosa es la política y otra la empresa.