Iberdrola ha tenido un excelente comportamiento en bolsa en el último lustro, pues ha elevado su capitalización un 61,8%, pasando de una capitalización de 32.205 millones a una de 52.111 millones. Sin embargo, esto no le ha bastado para derribar a la italiana Enel del trono europeo como la eléctrica más valiosa.

La dueña del 70% de Endesa y causante de su vergonzoso vaciamiento a costa de jugosos dividendos se ha revalorizado un 44,5%, pasando de valer 39.043 millones a 56.435 millones. Por tanto, no ha puesto fácil que Iberdrola le arrebatara la primera posición del ranking en capitalización, aunque ha recortado distancias.

capitalización eléctricas

Una evolución bien distinta han presentado la francesa EDF y la alemana E.On, que han perdido un cuarto de su valor bursátil. En concreto, la gala se ha depreciado un 23,6%, pasando de ser la número uno de Europa, con una capitalización de 47.904 millones en 2014, a ser la tercera, valiendo 36.605 millones. Por su parte, E.On sigue ocupando la misma posición que hace cinco años (la cuarta), pero se ha depreciado un 26,7%, pasando de 28.584 millones a 20.959 millones (seguramente algo habrá tenido que ver el apagón nuclear decretado por la canciller Angela Merkel...). 

Paralelamente, conviene destacar que los accionistas de Iberdrola tienen otras razones para estar contentos, porque en los 18 años que lleva Ignacio Sánchez Galán como presidente, la eléctrica ha multiplicado por cuatro su valor bursátil, colocándose como la segunda de Europa por capitalización y entre las cinco primeras del mundo. Asimismo, la rentabilidad total al accionista ronda el 400% desde finales de 2001, dos veces y media superior a la del Ibex. Y a esto hay que añadir el crecimiento y el fuerte avance en los resultados (beneficio, ventas y Ebitda), con un pay out de entre el 65% y el 75%, y manteniendo solvencia financiera (el ratio de deuda neta sobre Ebitda es actualmente de 3,6 veces).