Nuevo capítulo en el largo conflicto laboral de Endesa: ahora la dirección y su aliado UGT intentan validar el nuevo convenio colectivo con efecto retroactivo. El pasado 24 de enero, sus letrados presentaron un escrito ante el secretario de la Sala Cuarta de lo Social del Tribunal Supremo (TS), don Santiago Rivera, junto a documentos (el laudo arbitral, el acta del acuerdo del V convenio colectivo y el articulado de este último), considerando que “pueden resultar de interés”, incluso que “pudieran ser decisivos y relevantes para la resolución” de los dos recursos de casación que hay pendientes.

Recuerden que CCOO, por un lado, y el Sindicato Independiente de la Energía (SIE) y la Confederación Intersindical Gallega (CIG), por otro, recurrieron la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado 26 de marzo, la cual avaló el fin del descuento en la factura de la luz. Como bien saben, este fallo y el bloqueo de la negociación colectiva motivaron protestas en la última Junta de Accionistas, así como encierros en las sedes. Al final, UGT rompió la unidad sindical y aceptó un proceso de arbitraje que dirigió el exministro Manuel Pimentel: semanas después llegó el laudo, una solución ‘salomónica’ que permitió aprobar el nuevo convenio colectivo, donde sigue habiendo descuento en la factura de la luz tanto para trabajadores activos como para jubilados, pero recortado. Y al hilo de la relación entre UGT y Pimentel, esta va más allá del arbitraje: ambos colaboran en la Fundación AG FITEL.

UGT rompió la unidad sindical y aceptó un arbitraje por parte del exministro Pimentel... con quien colabora en la Fundación AG FITEL 

Ante la entrega de documentos por parte de Endesa y UGT ante el TS, los sindicatos CCOO, SIE y CIG no se han quedado quietos, alegando su inadmisibilidad. El pasado 11 de febrero remitieron otro escrito (ver documento adjunto) al secretario de la Sala Cuarta de lo Social del TS, alegando que “no se ha acreditado que el nuevo convenio colectivo o el laudo arbitral que lo ha precedido sean decisivos para la resolución de los dos recursos de casación”. Asimismo, insisten en que el TS debe determinar si el final de la ultraactividad del IV convenio de Endesa “fue o no causa válida para la decisión de revisar o extinguir unos beneficios que se encontraban reconocidos con carácter permanente y ad personam en otros instrumentos”.

CCOO, SIE y CIG aluden a que el último movimiento de Endesa y UGT les “causa indefensión”, pues estos sindicatos no han participado en el procedimiento arbitral ni han firmado el nuevo convenio. Y no se puede obviar que el conflicto laboral en esta energética no es baladí, debido a que las decisiones se toman en Roma (el 70% de la compañía es propiedad de Enel, participada por el Estado italiano) y a todo lo relacionado con la transición ecológica: aspectos que pueden repercutir, y mucho, en la plantilla de una Endesa cada vez más vaciada.