Los empresarios de la alimentación han exigido al Gobierno bajadas de impuestos, no subidas, en la Cumbre empresarial de la CEOE. Además, Grupo Osborne ha ido más allá, pidiendo que no se pare el país en caso de rebrote, por lo que el confinamiento general no fue una buena idea.

Ignacio Osborne, presidente de Grupo Osborne y del Foro Marcas Renombradas, ha recordado que la empresa es el “único ente de la sociedad que genera empleo” y que “aumentar la recaudación no se hace subiendo los tipos impositivos, sino generando más actividad”. También ha pedido al Gobierno que antes de legislar escuche a las empresas para evitar rectificaciones y dar una mala imagen al exterior. Además, considera que España debería prepararse ante un posible rebrote del coronavirus: “No podríamos improvisar esta vez y no podemos parar la economía. Hay que pensar en proteger a los sectores vulnerables y a los grupos de riesgo y no parar al país entero con un confinamiento general”.

Desde el grupo Calidad Pascual, su presidente, Tomás Pascual, ha avisado a Pedro Sánchez de que los incrementos de impuestos impactarán en la recuperación económica y el empleo, y no deben hacerse en un momento en que “hay 800 empresas alimentarias en riesgo de desaparecer”. Ahora es tiempo de apoyar el consumo y no subir impuestos.

Tomás Fuertes, presidente del Grupo Fuertes (dueño de ElPozo, entre otras marcas) y de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), ha afirmado que “en España, hay muchos carros y muchas personas que quieren estar en el carro, pero es el momento de buscar a los que quieren tirar de él para impulsar la recuperación económica”. “Tenemos que dejarnos de intereses personales e ideológicos y pensar con generosidad”, ha destacado, haciendo un llamamiento sobre todo a la política española.

Por su parte, Paulo Soares, presidente de Campofrío, ha afirmado que las medidas de fiscalidad y seguridad jurídica son “absolutamente fundamentales” para afrontar el futuro con certidumbre. Asimismo, ha pedido que se aseguren mecanismos para que los fondos europeos lleguen de “forma eficaz” a toda la cadena de valor de los sectores clave, entre ellos, el agroalimentario.

Desde la Confederación Española de Pesca (Cepesca), su secretario general, Javier Garat, ha pedido una rebaja del IVA del 10% al 4% para el pescado, un tipo del que gozan otros productos (leche, pan, queso, frutas, verduras…). Una medida que no va a gustar a la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que considera que ya tenemos muy bajo el IVA. También ha pedido que se promueva el consumo de pescado y marisco, y más campañas de promoción, y que las cadenas de distribución prioricen las capturas de la flota española.

Paralelamente, Garat ha afirmado que al sector pesquero nacional le ha “generado pánico” la estrategia de Biodiversidad de Europa, presentada recientemente por la Comisión Europea: “Hay que convencer a la CE y al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de que cambien el rumbo de esta política verde de escaparate”, porque entre otros aspectos, quieren cargarse el arrastre, que ya está muy limitado y controlado, y crear áreas marinas protegidas del 30% de los mares. Además, ha recordado que España es líder en la Unión Europea en cuanto a capturas, capacidad y empleo, y ha cerrado su intervención como le enseñaron en la Armada: “Viva España y viva el Rey”.