Amazon y Alibaba representan un pulso mundial por el comercio electrónico, pero no lo hacen de cualquier forma. El gigante estadounidense creado por Jeff Bezos no tiene reparos en cargarse las marcas, pues no sólo distribuye productos, sino que aprende a hacerlos y los vende a precios más baratos, convirtiéndose en competidor de sus vendedores; mientras que el gigante chino fundado por Jack Ma sólo se dedica a la distribución, siendo un gran escaparate sin más. Un hecho que quizás influya en que Alibaba gane el pulso con Amazon en beneficio, aunque no en ingresos

Como ven, dos modelos de negocio bien distintos. Algo que no está mal recordar justo cuando su plataforma de venta online, AliExpress, abrirá su primera tienda física en Europa el próximo día 25, que estará en España. “El objetivo es mejorar y diferenciar la experiencia de compra ofrecida por AliExpress, así como permitir que los consumidores exploren, de una manera tangible, las marcas y productos de la plataforma”, ha señalado William Wang, director general de AliExpress España y Portugal.  

La primera tienda física de AliExpress en España tiene el objetivo es mejorar y diferenciar la experiencia de compra 

En esta tienda, los consumidores podrán acceder a una amplia gama de productos tecnológicos y electrónicos, pequeños electrodomésticos, artículos para el hogar y wearables (objetos de uso diario que la gente lleva siempre encima y a los que se les ha incorporado un microprocesador, como relojes, pulseras, etc). De hecho, se prevé que los móviles, los patinetes electrónicos y los drones sean los que tengan más éxito. 

Entre las novedades de este establecimiento situado en el centro comercial intu Xanadú (Arroyomolinos, Madrid), también está el hecho de que podrán comprar los productos pagando en efectivo -como si fuera cualquier otro comercio físico y no uno electrónico-, aunque también tendrán la opción de hacerlo con tarjeta. Claro que no se debe olvidar que el mero hecho de que el comercio online se pase ahora a la tienda física supone una nueva amenaza para el pequeño comercio ya de por sí, independientemente del modelo de negocio con que lo hagan, y que irá a más si logran entrar en el único segmento que hasta ahora se les resiste: la alimentación.