Del riesgo que afronta Duro Felguera da buena cuenta este viernes la bolsa: la acción pierde la mitad de su valor y se acerca incluso al nuevo límite de cotización en 0,01 euros por título marcado por BME. Sucede tras la presentación de resultados del primer semestre que disparan las pérdidas de 1,9 a 54,9 millones, con un retroceso importante en todos los registros, aunque lo más grave está en las desviaciones de costes el deterioro de ciertos proyectos incluidos en el plan estratégico, que hacen peligrar la propia reestructuración de la ingeniería asturiana.

Algo se había filtrado al mercado ayer jueves, cuando comenzó el castigo en bolsa, a pesar de la que la compañía apuró hasta la media noche para anunciar los resultados semestrales, los primeros tas cubrir ampliación de capital exigida por la banca acreedora, que ha inyectado 125 millones de dinero nuevo para rebajar la deuda a 85 millones y que ahora espera a un nuevo plan de negocio. No sólo eso: también a un nuevo Ceo, con categoría de director general, para ejecutar el plan de negocio y resolver el entuerto. Sería de facto el número dos del presidente ejecutivo, Acacio Rodríguez (en la imagen). 

El mal resultado del primer semestre resucita el fantasma de concurso y la necesidad de más dinero

El mal resultado se explica por la situación de la compañía, en crisis, con una caída del 30,4% de las ventas (222,2 millones) y el Ebitda, que pasa de 7,8 a una pérdida de 48,2 millones. A eso a se añade un impacto negativo por la venta de su filial DF Rail, en agosto, por 4,8 millones, y una caída del 87,4% en la contratación (52,2 millones), junto a retraso en cobros, 33 millones, y retrasos en la contratación, por 180.

Ahora bien, a todo lo anterior se une un punto crítico por la desviación de costes de 30,3 millones en proyectos en energía y petróleo & gas y otros 8 por las provisiones asociadas a los arbitrajes (Medellín e India). El impacto es un recorte de caja de 38 millones (29 millones por proyectos y 9 por arbitrajes), que equivalen al 40% de la capitalización de Duro Felguera (50,9 millones).

Eso y resucitar los viejos fantasmas del concurso y la quiebra es lo mismo, sobre todo por el seguimiento de la banca, atenta a los cumplimientos de los planes de negocio y estratégico, lo que obliga a Duro a afrontar con urgencia la situación. La banca, en cualquier caso, no está dispuesta a inyectar más dinero y lo necesita, entre otras cosas para saldar su deuda con Hacienda (122 millones, tres menos que la última ampliación).