The Coca-Cola Company ya no es la de antes y sigue perdiendo gas en 2019 (como se puede ver en sus resultados), a pesar de que el beneficio neto ha ascendido a 8.039 millones de euros, lo que supone un 39% más que en el año anterior. Y es que el talón de Aquiles de las cuentas está en los ingresos, que han subido un 9%, alcanzando los 33.793 millones, pero dicha cifra aún es 8.586 millones inferior a la registrada en 2012.

Si bien es cierto que Coca-Cola ha reducido bastante el desplome de ingresos que lleva acumulando desde hace ocho años: en 2018, la diferencia fue de 14.264 millones, y tras el dato de 2019, se sitúa en 8.586 millones. Asimismo, el año pasado logró superar la cifra de facturación registrada en 2017, la cual fue de 31.270 millones, algo que habrá celebrado el presidente de la multinacional, James Quincey, al producirse bajo su mandato (ocupa el cargo desde el pasado abril, cuando relevó a Muhtar Kent, junto a la silla de CEO que ya tenía).

Sin embargo, conviene destacar que, aunque se empiezan a ver cambios en los ingresos, estos llegan muy despacio. Este será uno de los deberes del español Manuel Arroyo, que desde el pasado 1 de enero es director global de Marketing de la ‘marca de la felicidad”. No hay que olvidar que sabe vender Coca-Cola, pero no aceite.

En el cuarto trimestre, el beneficio se duplicó, pasando de 772 millones a 1.851 millones, y los ingresos ascendieron a 8.222 millones (+16%)

La facturación del mayor fabricante mundial de refrescos ha aumentado gracias, sobre todo, a las mayores ventas... y los mayores precios. Los incrementos que más han influido han sido los que se han producido en Norteamérica (+2%, hasta 10.804 millones) -su principal mercado- y en la división de embotellamiento (+10%, hasta 6.746 millones) -a la que contribuye la ‘megaembotelladora’ europea Coca-Cola European Partners (CCEP), que preside la española Sol Daurella... aunque no ha dudado en maltratar a nuestro país-. Asimismo, los ingresos en la región de Asia-Pacífico y en la de Hispanoamérica han crecido un 3%, ascendiendo a 4.830 millones y 3.734 millones, mientras que los del área de Europa, Oriente Medio y África han descendido un 1%, situándose en 6.400 millones. 

Por su parte, el beneficio neto atribuido ha continuado en línea creciente, alcanzando los 8.089 millones, frente a los 5.707 millones obtenidos en 2018. Conviene destacar la ganancia del cuarto trimestre, que se duplicó respecto a la del mismo periodo del año anterior: pasando de 772 millones a 1.851 millones. Mientras que los ingresos se elevaron un 16% entre octubre y diciembre, hasta los 8.222 millones, frente a los 6.260 millones de hace un año.