Henrique Pires, secretario de Cultura de Brasil, ha renunciado a su cargo al estar en desacuerdo con una de las medidas de Jair Bolsonaro. Y es que el presidente brasileño ha cancelado un concurso público que pretendía financiar la producción de series para canales públicos de televisión que abordaran temas relacionados con la sexualidad y la ideología de género.

En principio, la suspensión de la financiación durará 180 días, que se podrían extender. Cabe destacar que los beneficiarios reciben entre 400.000 y dos millones de reales -es decir, entre 89 mil y 446 mil euros-, dependiendo de la temática, por cada obra.

"Tengo el mayor respeto por el presidente de la República", ha afirmado Pires, que alegaba tener "divergencias con el Gobierno sobre libertad de expresión. No admito que la cultura pueda tener filtros. Por eso, como estoy desafinando, prefiero salir". Por su parte, Bolsonado confesaba "que no entiendo por qué gastar dinero público con esas películas. No estoy persiguiendo a nadie".

Además, tiene entre manos la privatización de la petrolera Petrobras, que tendría lugar antes del fin de su mandato

No obstante, la cancelación no ha sentado bien, en especial al colectivo LBGTI+, que ha tachado de "censura" la decisión de Bolsonaro. "Aunque él lo niegue, desde el momento en que dice que las producciones LGBT no recibirán recursos, es censura", afirmó, Émerson Maranhão, el director de una película sobre la historia de la superación de cinco personas transgénero.

Esta no es la única medida que ha creado polémica en el país. Bolsonaro está decidido a aplacar la crisis del sistema de pensiones que asola al país, así como a otros muchos -entre los que se encuentra España-, retrasando la edad de jubilación; que junto al fomento de la natalidad se frenaría el problema a largo plazo. Además, tiene entre manos la privatización de la petrolera Petrobras, que tendría lugar antes del fin de su mandato, pero que no se incluye dentro del lote oficial de empresas a privatizar, de momento.