El Banco de España ha lanzado este martes un mensaje claro y conciso al Gobierno: la economía española necesita dos cosas: no subir impuestos y seguir con las reformas estructurales, sobre todo en materia de pensiones, es decir, endurecerlas. O sea, justo lo contrario de lo que pretende el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez: subir impuestos y aumentar el gasto público.

El riesgo es grande, porque la economía de nuestro país cada vez crece menos. El organismo que preside Pablo Hernández de Cos ha rebajado las previsiones de crecimiento para España en 2018 (pasará del 2,7% previsto en junio al 2,6%), en 2019 (crecerá un 2,2% y no un 2,4%) y en 2020, año en el que crecerá un 2,2% y no un 2,1% como estaba previsto. Sí, la economía española está en riesgo, aunque el Gobierno insiste en que la fase expansiva continúa y que hay margen para aumentar el gasto público.

Si sube los impuestos y no reforma las pensiones seguro que habrá nuevas previsiones. Y serán aún peores

Los datos, sin embargo, no dicen lo mismo. Los más significativos, el turismo y las exportaciones, ya han comenzado una senda bajista preocupante que requiere medidas urgentes que el Gobierno Sánchez ni siquiera se plantea. Según el Banco de España, las exportaciones crecerán un 2,6% en 2018 -dos décimas menos-, un 3,9% en 2019 (nueve puntos menos) y un 4,1% en 2020 (frente al 4,5% previsto en junio).

Lo mismo ocurre con el desempleo: continúa disminuyendo pero a menor ritmo. Y ojo, porque los datos se verán favorecidos, además, porque la población activa aumentará cada vez menos. Así, la previsión de paro para este año se mantiene en el 14,6%, pero no será del 13% en 2019 y del 11,4% en 2020, sino del 13,2% y del 11,9% respectivamente.

Estamos hablando de unas proyecciones macroeconómicas que empeoran las realizadas en junio. ¿Aguantarán mucho tiempo? Dependerá de la evolución de la economía mundial, pero también de las medidas que adopte el Gobierno Sánchez. Si sube los impuestos y no reforma las pensiones seguro que habrá nuevas previsiones. Y serán aún peores. Lo advierte el Banco de España.