Cuando una noticia, y más si se trata de una mera declaración de intenciones, necesita dos hechos relevantes (más un tercero de suspensión de cotización y un cuarto de levantamiento de la suspensión), para terminar sin aclarar las cosas… es que la operación está cogida por los pelos o que hay mucho que ocultar.

Los hechos: Blas Herrero, el empresario de Kiss -radio y tele-, conocido como ‘el lechero’, que así empezó en su Asturias natal, con el negocio de la leche, asegura que lidera un grupo de inversores que quiere comprar la división de medios de PRISA, a efectos de España, al diario El País, el económico Cinco Días y la Cadena SER.

Presidida por Javier Monzón, el hombre de Ana Botín, Prisa vive en quiebra técnica desde hace mucho tiempo. En el mercado ya se cifra en 200 millones de euros la oferta de Herrero, aunque Prisa capitaliza 500… o nada, porque el valor de una empresa en pérdidas es cero.

Da igual: Herrero no ha puesto nunca ni un euro en sus operaciones. Es más: lo de Radio Blanca y Onda Cero, de triste recuerdo para Planeta, le proporcionó muchos euros a cambio de casi nada.

Pedro J. Ramírez se presenta como el hombre de consenso entre los dos bandos, izquierda y derecha en liza, porque él es centralista, liberal y progresista. Justo lo que necesitamos

¿Quién está muñendo la operación? Entre otros, y aunque él insiste en desmentirlo, Jaime Castellanos, el hombre de Lazard en España, el que fuera presidente del grupo Recoletos… y tío carnal de Ana Botín, presidenta del Santander. Antes de Blas Herrero reparó en Enrique Cerezo, el presidente del Atlético de Madrid con una biblioteca de películas españolas donde conviven lo bueno y lo vulgar, con un alto porcentaje de historias poco recomendables o sencillamente porno. Además, a don Enrique no le gusta ser testaferro de nadie.

El nombre de Jaime Castellanos, el mismo que Aznar utiliza en su intento de comprarle Antena 3 TV a Pablito Casado, tiene su importancia porque, como ya hemos dicho en Hispanidad, la persona que más manda en el País, Ana Botín, mantiene un pulso con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez por saber si El País y la SER deben seguir siendo lo que ahora son, un aparato de propaganda de La Moncloa, o si adoptan una tendencia más… independiente.

Por de pronto, lo único que se sabe es que la aparición en escena de Blas Herrero no ha agradado en Moncloa. Herrero siempre ha sido considerado próximo al PSOE de Alfonso Guerra pero ahora parece estar trabajando para la derecha.

Además, no olviden que en el accionariado de PRISA parece un consejo de notables: Santander, Telefónica, HSBC, los Polanco -testaferros de Ana Botín- Carlos Botín y el fondo Amber Capital, cuya cabeza visible es Joseph Oughoulian, que controla el 30% del capital. ¿Cuál es el problema de Amber? Que sabemos el nombre, sólo el nombre, de la cabeza visible y no tenemos la menor idea de quiénes son sus cabezas invisibles, de quién está detrás de Amber.

Gane uno u otro bando, tendremos una Prisa políticamente dependiente… justo lo que no debiera ocurrir

No, a Moncloa no le gusta la operación lechero mientras el consejero de Telefónica, primer accionista de Prisa, Javier de Paz, promete a Iván Redondo, el cerebro de Moncloa (el único cerebro de La Moncloa) que Telefónica se opondrá a la venta con toda sus fuerzas. Pues la verdad es que es el único accionista que está deseando marcharse y ya ni disimula las ganas.

Por si fuera poco, Pedro J. Ramírez sigue levantando la mano y asegura que que él es el hombre adecuado para dirigir El País y, por simpatía, la cadena SER. Ya saben un tipo centralista, liberal, reconocido por no mantener otra creencia que en sí mismo y en su valía. El hombre que El País necesita, con ganas de conquistar en los despachos lo que no pudo conquistar en el mercado, como director de El Mundo.

Pero a Moncloa tampoco le gusta Pedro José. Si Ana Botín consigue hacerse con el control y lanza esa trágala a Moncloa, perdería el apoyo político de Sánchez en Europa, en un momento en el que se juega la unión bancaria. En plata: ¿cuántos bancos sistémicos, ‘too big to fail’ españoles acepta Bruselas? -uno o ninguno- ¿y si ese único banco español es el Santander?

Digo que se llama Blas Herrero pero detrás de él está el banquero de inversión Jaime Castellanos, hombre próximo a Aznar y la pregunta a responder es quién controlará Prisa, la izquierda o la derecha. Y la respuesta lógica será que el País y la SER siempre serán dos estiletes de la progresía, sí, pero no deberían ser controlados por ningún grupo político. Deberían ser independientes, para desgracia de algunos, yo mismo, independientes de todo menos de su ideario. Aunque sea un repugnante ideario globalista, o independiente de la mañana y hasta de la tarde.

Pero, sobre todo, Castellanos, que se te meta en la cabeza: El País y la SER nunca dejarán de ser progres… aunque cambie la propiedad. Cuando la cabra tira al monte…

Botín: El País y la SER nunca dejarán de ser progres. Y las elecciones ya no las deciden ni la prensa ni la radio, sino la tele e internet

Con Rajoy se consiguió que Prisa dejará de arrearle al PP con saña, pero no que recuperara el sentido común que todo progresista perdió en la juventud y jamás volvió a recuperar.