Nuevo capítulo de ‘los belenes de Colau’. La alcaldesa de Barcelona explaya su creatividad en torno al Belén navideño, un año menos. Y cada año sorprende más que el anterior. Esta vez, ha colocado en la plaza del Ayuntamiento una representación que más que a la escena del nacimiento de Jesús recuerda a un trastero. Cajas apiladas, muebles y todo tipo de objetos se reúnen en esta nueva edición financiada por el Consistorio (por el momento se desconoce el gasto que esta belén ha supuesto para el bolsillo de los barceloneses, pero, según el presupuesto invertido en años anteriores, el Ayuntamiento podría disponer de más de 100.000 euros para este despliegue artístico).

La instalación, que ha durado más de una semana, -ni que fueran muebles de estructuras alambicadas y retorcidos ensamblajes- se ha colocado en la plaza que divide el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, punto céntrico de Barcelona y por donde los residentes y turistas pasan a menudo.

En la página web del Ayuntamiento ya aparece la reseña de la instalación en la que se incluye una pequeña explicación sobre la creación de la escenógrafa Paula Bosch, autora de la obra.

Es triste que después del tiempo y esfuerzo que Colau dedica cada año por estas fechas a deleitar a sus ciudadanos con un representación navideña acorde con su ciudad a veces, sus vecinos no lo valoren. Por ejemplo, en 2017 la edil les dedicó un belén que consistía en un conjunto de 25 figuras de metacrilato sostenidas en el aire que simulan un pesebre. Pero muchos barceloneses no llegaron a entender el sentido de esta obra y la calificaron como "una mierda pinchada en un palo"- Hay que ver qué poca sensibilidad para con la alcaldesa.

Belén 2017

Lo que pasa es que los ciudadanos no saben apreciar el arte de Colau. Una mujer que es capaz de superar al propio José Mota cuando la imita en sus programas… Y eso tiene mérito.