En esta semana, tres grandes grupos del textil han tenido algo de protagonismo. Inditex, líder mundial del sector, por la celebración de su Junta de Accionistas; Mango por el reparto equitativo de la herencia de Isak Andic entre sus tres hijos, el nombramiento de la ex consejera delegada de H&M como consejera independiente y el aumento de ventas en el primer semestre. En todos ellos se pueden ver tres ejemplos exitosos de la separación entre propiedad y gestión.
Sin embargo, no todas las compañías del sector en España han optado por ese modelo. Una muestra es la cadena orensana Adolfo Domínguez, que sigue llevando el nombre de su fundador, y donde una de sus hijas, Adriana, se mantiene como presidenta ejecutiva y busca nuevo CEO, tras la salida de Antonio Puente hace unos meses.
Vayamos por partes. En el caso de Inditex, en su cita ante los accionistas (siendo el principal el fundador del grupo, Amancio Ortega, con el 59,294% -de este, un 50,01% a través de Pontegadea; seguido de su primera hija, Sandra Ortega Mera, con un 6,993% -un 5% vía Rosp Corunna-), ha vuelto a quedar claro que el CEO, Óscar García Maceiras, está cumpliendo… algo que merece su aplauso y la ocasión de recordar que ascendió a dicho puesto (que no suele ser habitual entre los abogados del Estado), precisamente, por su relación con Ortega… y que se remonta a los tiempos en que el empresario leonés tenía una participación del 5% en el Banco Pastor. Por tanto, ya ha llovido desde entonces, de hecho, dicho banco acabó siendo absorbido por el Popular… y más adelante, este último fue comprado por el Santander por un euro. Precisamente, el banco de la familia Botín mantiene una curiosa relación con el líder mundial del textil, con sede en Arteixo, y en el Consejo de este último se sientan Rodrigo Echenique y Belén Romana como independientes.
En Inditex, hace tiempo que se optó por separar modelo de separar propiedad y gestión. Eso sí, no sin supervisión. Durante muchos años, otro abogado del Estado, Pablo Isla, llevó las riendas del día a día, primero como CEO y más adelante como presidente, y empezó a ceder poder en julio de 2019 con la silla de CEO para Carlos Crespo hasta que el 30 de noviembre de 2021 llegó el sorprendente anuncio del relevo en la cúpula, pasando el cargo de CEO a García Maceiras y meses más adelante, la presidencia no ejecutiva en Marta Ortega Pérez, la tercera hija de Amancio Ortega y fruto del matrimonio con su segunda esposa, Flora Pérez, tras los dos (Sandra y Marcos) que había tenido con su primera mujer, Rosalía Mera. Eso sí, en la supervisión estaba su hombre de confianza, José Arnau, como vicepresidente, cargo que también tenía en el holding inversor y en la Fundación. El mes pasado se anunció la jubilación de Arnau el próximo 1 de octubre, pero se baraja una jubilación activa y que mantenga la relación como asesor. Por ahora, el CEO de Pontegadea, Roberto Cibeira, es su sustituto, tanto en el holding inversor como en Inditex, donde en la última Junta ha sido elegido consejero dominical.
Vayamos a Mango, que hace siete meses afrontó la inesperada muerte de Isak Andic, su fundador y principal accionista, tras caer por un desnivel en la montaña de Montserrat cuando paseaba con su hijo Jonathan (suceso que se consideró como accidental cuando se cerró la investigación policial y judicial). Todo esto ha aumentado aún más la separación entre propiedad y gestión, pues hace un mes, Jonathan Andic Raig dejó el negocio (abandonando la línea masculina de la cadena textil después de 17 años y dando el relevo a su mano derecha, Josep Estol) y optó por dirigir las patrimoniales familiares.
Hace una semana, se procedió a separar la herencia empresarial de Isak Andic a partes iguales entre sus tres hijos -Jonathan, Judith y Sarah-, es decir, el holding Punta Na, que controla el 95% de Mango y los activos inmobiliarios valorados en unos 1.200 millones que posee a través de Punta Na SA. Dejando aparte la familia, no hay que perder de vista que un 5% del capital de la cadena textil es propiedad de Toni Ruiz, quien ocupa el cargo de CEO desde 2020 y sumó también el de presidente -primero de forma interina (al morir el fundador) y después de forma definitiva- el pasado enero. Y parece que su gestión está siendo bastante buena, pues la última muestra se ha visto hace unos días, al conocerse que las ventas del primer semestre han crecido un 12%, a 1.728 millones de euros, lo que refleja “la buena acogida de sus colecciones”, así como “la sólida trayectoria de Mango y ponen de manifiesto la tendencia alcista”, según han señalado en un comunicado. Una tendencia al alza que contrasta con los leves ritmos de crecimiento que mostró Inditex en su primer trimestre fiscal (febrero-abril), pese a obtener récords de ingresos y beneficio.
Unas ventas de las que el 78% proceden del negocio internacional y que demuestran una buena evolución, tanto en el canal físico (donde cuenta con 2.295 puntos de venta -más de 1.800 tiendas propias y franquiciadas, y casi 1.100 córners-) como en el online. De hecho, este último ya supone el 31% de la facturación semestral. Ruiz ha destacado que los “resultados positivos del primer semestre confirman la robustez” del modelo y la estrategia de la compañía, en un entorno sectorial, macroeconómico y geopolítico de inestabilidad. Asimismo, Mango ha resaltado “la confianza de la familia Andic en Toni Ruiz y en el equipo directivo, dando continuidad al proceso de separación de propiedad y gestión que impulsó Isak Andic en los últimos años”. Claro que en el tema del gobierno corporativo también es destacable el nombramiento de Manel Adell y Helena Helmersson (en la imagen de la derecha) como consejeros independientes.
El caso de Helmersson es llamativo, pues se trata de la ex consejera delegada de la cadena textil sueca Hennes & Mauritz (H&M), en la que también se puede ver la separación entre la propiedad familiar y la gestión. De hecho, en H&M, en enero de 2020, comenzó dicho modelo, pues Stefan Persson, hijo del fundador (Erling Persson), dejó la presidencia en manos del mayor de sus tres hijos (Karl-Johan), que hasta entonces era el primer ejecutivo, y se decidió nombrar, por primera vez, a una persona ajena a la familia para la silla de CEO… y se eligió a Helena Helmersson, quien trabajaba en la casa desde 1997. Esta última ostentó el cargo hasta enero de 2024, cuando renunció, y se eligió como sustituto a Daniel Ervér, mientras Karl-Johan Persson mantiene la presidencia del Consejo de Administración (de forma similar a como hace Marta Ortega Pérez en Inditex). Además, la familia Persson lleva años recomprando acciones de H&M y ha alcanzado el 70% del capital y el 85% de los derechos de voto, algo que podría llevar a que la cadena textil sueca deje de ser una empresa cotizada.