El fondo Apollo se ha unido al reflujo que se vive en el ámbito de las energías renovables, y que en algunas es más pronunciada que en otras (en especial, en la eólica marina y en el hidrógeno verde, el cual aún no es rentable). De esta forma parece seguir los pasos del fondo BlackRock y del banco de inversión JP Morgan, reflejando que ahora prima más la economía que la ecología.
El primero que se atrevió a dar este paso fue BlackRock, el fondo colonizador de la bolsa española (está presente en el capital de 71 cotizadas de nuestro país, incluidas las 35 del Ibex y otras 36 del Mercado Continuo). Recuerden que lo crearon en 1988 Robert Kapito y Laurence (más conocido como Larry) Fink, dos amigos de origen judío que eran empleados del banco First Boston. Desde entonces, se ha visto cómo han ido engordando su base de activos y participaciones, y que fueron capaces de sacar tajada de la crisis financiera de 2008 y de la que provocó el Covid-19 en 2020.
Tras apostar muchísimo por lo renovable, en 2023 empezó a cambiar de tendencia. De esta forma, pasó de ser uno de los primeros apóstoles de la ecología a considerar que lo del medio ambiente está muy bien, pero primero hay que ser rentable. Es más, en abril de ese año, Fink se reunió con varias figuras del Ibex en el hotel Villamagna de Madrid y les dijo dos cosas: la primera, que esto del teletrabajo no es un avance, sino un retroceso; y la segunda fue insistir en que la ecología está muy bien, pero hay que ser rentable… y resulta que la ecología suele ser enemiga de la economía.
Es cierto que al principio, el fondo dirigido por Larry Fink intentaba disimilar el cambio… y hasta llegó a fichar al CEO de la petrolera saudí Aramco como consejero… para impulsar la transición energética. Sin embargo, no cesó en el desmarque, debido, sobre todo, a que todo lo verde resulta caro, y perdió el reparo a reflejarlo en las votaciones sobre cuestiones ambientales y sociales en las juntas de accionistas de las empresas donde está presente. Por ejemplo, hasta junio de 2023, sólo había votado a favor de 26 propuestas de dicho tipo, lo que suponía el 7% del total, lejos del 22% que apoyó en 2022 y del 47% de 2021. A principios de este año, a escasos días de que Donald Trump volviera a la Casa Blanca, BlackRock abandonó el Net Zero Asset Managers, el programa de Naciones Unidas para lograr el objetivo de cero emisiones de carbono en 2050, otra muestra más de que considera que no sólo hay que salvar el planeta sino primero sus propios bolsillos… y por eso más adelante también aumentó el repliegue en el teletrabajo.
En el entretanto, y sobre todo, tras la crisis energética que surgió con la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, el estallido de la guerra y el veto al gas que venía por gasoducto de Rusia, se empezó a dar más importancia a los tres elementos del trilema energético y no sólo a uno: sostenibilidad, precio asequible (o sea, competitividad) y garantía de suministro. En relación a la competitividad (que está bastante ligada a los precios de la energía), recientemente, Jamie Dimon, presidente y CEO del banco de inversión estadounidense JP Morgan Chase, ha advertido que la Unión Europea se está quedando atrás en la carrera de la competitividad frente a EEUU y China. Y es que el viejo continente “ha pasado de suponer el 90% del PIB estadounidense al 65% en 10 o 15 años. Eso no es bueno. Estáis perdiendo”, ha referido en un acto organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores irlandés, como ha recogido Financial Times. No hay que olvidar que los dos informes elaborados por Mario Draghi y Enrico Letta el año pasado hablaban precisamente de la necesidad de que la UE elevará su competitividad, pero aún están demasiado guardados en el cajón y no se han tomado en serio sus propuestas para ejecutarlas a la mayor brevedad.
El reflujo en España también se nota en España. En especial, en hidrógeno verde... incluso antes de despegar: así se ha podido ver en el hecho de que Repsol han cancelado la planta que iba a levantar para producirlo en Puertollano y desde Acciona, su presidente ejecutivo, José Manuel Entrecanales Domecq, ha hablado de falta de competitividad porque aún no salen los números y ha preferido destacar los grandes proyectos en los que están avanzando en Brasil, Marruecos, Argentina y Chile.
En paralelo, el banco de inversión Goldman Sachs, que ha aflorado un 3,465% de Redeia, ha pedido a España que frene en las renovables por el riesgo de otro apagón… como el vivido el pasado 28 de abril en toda la Península… y del que aún no sabemos las causas.
Recientemente, Apollo ha anunciado que liquida su fondo para la transición energética en España al no haber captado inversores ante un incipiente desinterés por la sostenibilidad. No hay que olvidar que se trata de uno de los fondos más especulativos del mundo y que fue fundado por Leon Black. Este último inventó el loan to own (préstamo con opción a compra)- y le están imitando otros muchos fondos al comprar deuda de una empresa para luego forzarla a renegociarla, siempre al alza,… y si esta no logra pagarla, al final se quedan la compañía y en muchos casos la acaban troceando y vendiendo posteriormente.