• John Cryan intenta corregir el rumbo, pero reincide en 2017, con números rojos de 497 millones de euros.
  • La excusa para llegar al equilibrio, esta vez, es el impacto de la reforma Trump, pero la bolsa no traga: cae más del 5%.
  • Cryan es realista: añade el mal resultado trimestral, los tipos en mínimos y la puesta a punto en tecnología.
  • También quiso parar las multas, pero ya afronta otra en EEUU (70 millones) por manipulación del índice para derivados.
Deutsche Bank, el principal banco alemán, vuelve a la carga, como quien dice, tanto por los números rojos, que se repiten en los resultados anuales de 2017 (tres años consecutivos), a pesar del duro ajuste para sanearlo del presidente ejecutivo, John Cryan (en la imagen), y por otra multa que tendrá que pagar en EEUU, de 70 millones de dólares, por el intento de manipulación de la tipo de interés sobre el que son indexados productos derivados en dólares. La pérdida neta en 2017, en concreto, asciende de 497 millones de euros, muy alejada, sin embargo de la pérdida histórica de 6.800 millones en 2015, lo que encendió todas las alarmas, de los 1.400 millones en 2016. La excusa, esta vez, ha sido el impacto fiscal de la reforma Trump, en el último trimestre, con un resultado negativo de 1.400 millones. Sin ese efecto, el beneficio hubiera sido de 900 millones. Cryan se ha agarrado a esa razón precisamente para defender los frutos de la reestructuración que emprendió, pero sin olvidar uno de los grandes problemas para los bancos europeos: "un entorno de mercado difícil, tipos de interés bajos y una inversión continuamente alta en tecnología". A la bolsa, sin embargo le ha parecido poco: de ahí la penalización al valor, superior al 5%. Las pérdidas en el último trimestre aumentaron un 15,6%, hasta 2.186 millones, pero  de euros, incrementando así un 15,6%, tras un recorte en los ingresos del 19,2% (5.710 millones). A los malos datos anuales, se une la nueva multa pactada en EEUU por prácticas irregulares, conocidas antes de que el banco informara de los resultados, a través del regulador americano, con una acusación: haber intentado manipular el índice de referencia para derivados, ISDAfix, entre 2007 y 2012. Ese índice es básico en los mercados para establecer los valores de millones de dólares en swaps de tipos de interés y otros instrumentos financieros. No es el único acusado. En esa lista están también Royal Bank of Scotland, Citigroup, Barclays y Goldman Sachs, que también ha tenido que pagar millones de dólares en multas. Rafael Esparza