Una enfermera provida de Illinois (Estados Unidos), que fue despedida después de negarse a referir a mujeres embarazadas a centros de aborto
Una enfermera provida de Illinois (Estados Unidos), que fue despedida después de negarse a referir a mujeres embarazadas a centros de aborto, ganó su caso en un tribunal local y recibió 374.000 dólares de indemnización por daños y por los honorarios de sus abogados, recoge Aciprensa.
El tribunal de primera instancia de Illinois dictaminó el miércoles 16 de febrero que el condado de Winnebago debe pagar esos miles dólares después de que el Gobierno violara libertades legalmente protegidas de Sandra Mendoza Rojas, quien había trabajado como enfermera pediátrica durante 18 años antes de ser despedida en el 2015.
Las autoridades de Winnebago la obligaron a dejar su trabajo en la clínica del condado porque se negó a ayudar a las mujeres a obtener medicamentos abortivos y remitirlas a centros de aborto. La enfermera, que es una devota católica y defiende la vida desde la concepción, señaló que estas acciones violaron sus creencias religiosas y de conciencia.
“Los profesionales médicos nunca deben verse obligados a participar o promover actividades que violen sus creencias o convicciones. Sandra se desempeñó como enfermera de acuerdo con su conciencia y religión, un derecho de los proveedores médicos que está protegido por las leyes federales y de Illinois”, comentó Kevin Theriot, abogado senior de la organización de defensa legal cristiana ADF Internacional.
Los profesionales médicos nunca deben verse obligados a participar o promover actividades que violen sus creencias o convicciones
Theriot señaló que esta victoria “envía un mensaje claro de que los trabajadores de la salud son libres de practicar la medicina de una manera consistente con su conciencia y creencias religiosas, y habrá una sanción severa si el gobierno no respeta esa libertad legalmente protegida”.
Sterett, por su parte, recalcó que “no se debe exigir a los profesionales de la salud que violen su conciencia para conservar sus puestos de trabajo”.” Afortunadamente, Illinois tiene leyes que protegen el derecho de un profesional de la salud a no participar en la prestación de servicios médicos que violen su conciencia”.
Finalmente, dijo que “ningún estadounidense debe ser obligado a derivar para abortos o ayudar a los pacientes a acceder a abortivos, y mucho menos a los trabajadores médicos que ingresaron a la profesión para seguir su fe y salvar vidas, no para tomarlas”.
“La decisión de la corte es una victoria para todos los profesionales de la salud en todo Illinois. No se debe exigir a los profesionales de la salud que violen su conciencia para mantener sus trabajos”, agregó.