En plena pandemia, el Gobierno presumía de que había prohíbido despedir. Pues ahora dice el Supremo que esa prohibición es ilegal
En plena pandemia, el Gobierno presumía de que había prohíbido despedir. Pues ahora dice el Supremo que esa prohibición es ilegal.
Lógico, lo otro constituiría un atentado contra la propiedad privada.