Los cristianos son perseguidos en todo el mundo
Dedicamos nuestra crónica semanal sobre persecución a los cristianos esta semana a Pakistán, uno de los países donde más se les persigue.
Allí, concretamente en Faisalabad, Sheeza Maqsood, una cristiana de 16 años, fue secuestrada, violada, torturada, convertida a la fuerza al islam y obligada a casarse con uno de los cuatro hombres que la violaron varias veces, antes de que pudiera escapar, informa Fides.
Sheeza Maqsood contó: “Me llevaron a un lugar desconocido y me violaron durante dos días, en los que solo lloré y lloré. El tercer día me llevaron a una escuela islámica donde me obligaron a convertirme al islam”. Y continúa: “Luego me llevaron a un abogado donde estaban presentes un imán, la madre de Talha y otra señora que me golpeó. Por miedo, dije que sí a la boda y me tomaron las huellas dactilares a la fuerza y las colocaron en el certificado de matrimonio”.
“Me amenazaban constantemente con tomar represalias contra mis seres queridos. Me torturaron en cautiverio durante unos 45 días. Un día, 20 de noviembre, tuve la oportunidad de escapar. Llamé a mi hermano y le dije dónde estaba, salté el muro y logré escapar”. Hoy la joven pide “justicia por mi secuestro, conversión forzada y matrimonio forzado” y exige protección para su familia.
Me amenazaban constantemente con tomar represalias contra mis seres queridos. Me torturaron en cautiverio durante unos 45 días
“Estoy triste porque mi denuncia ha sido rechazada por el tribunal. Les dije que fui secuestrada y violada por Talha Haider y otros tres amigos durante dos días y luego me convertí a la fuerza al islam y me obligó a casarme con Talha, mi secuestrador”. “Siempre he sido cristiana, pertenezco a una familia cristiana, me secuestraron y cambiaron violentamente mi religión. Logré escapar y volver con mis padres, ahora vivo feliz con mi familia. Nunca he renegado realmente a mis padres, mi familia, o mi fe. Ahora nos vemos obligados a escondernos debido a las constantes amenazas de mis secuestradores que pueden hacernos daño”, concluye Sheeza.
Intizar Gill, presidente de ‘Aqleeti Tahafuz Pakistan, una organización que trabaja en Faisalabad para proteger los derechos de las minorías religiosas, declaró: “Pedimos justicia para Sheeza Maqsood”. “Nadie nos escucha, ni siquiera la policía”. “La chica sigue repitiendo su triste historia a los policías, e incluso al juez ante el tribunal, pero nadie está listo para escuchar la verdad”.
Otro tipo de persecución que sufren los cristianos en Pakistán es el de la acusación falsa de blasfemia, pues la blasfemia contra el islam está penada con la muerte o con cadena perpetua.
Un reciente ejemplo: Imran Masih, cristiano de 38 años de Faisalabad, condenado a cadena perpetua por supuesta blasfemia, fue absuelto esta semana en el proceso de apelación ante el Tribunal Superior de Lahore, informa Fides.
En enero de 2010 fue condenado a cadena perpetua. Los cargos en su contra eran totalmente falsos y fabricados
Imran Masih se encuentra en prisión desde el 1 de julio de 2009. En enero de 2010 fue condenado a cadena perpetua. Los cargos en su contra eran totalmente falsos y fabricados. Un vecino lo acusó de quemar una copia del Corán. El joven fue víctima de una trampa: limpiando su tienda, quería deshacerse de algunos libros escritos en árabe (idioma que no entiende) y, por ello, había pedido a un vecino que los examinara, para comprobar si los libros no contenían temas de oración religiosos o islámicos. El vecino le aseguró que no era así, por lo que Imran Masih los quemó. Luego fue víctima de una denuncia por blasfemia, remitida por el mismo vecino, acusándolo de haber profanado e incinerado una copia del Corán.
Khalil Tahir Sandhu, un abogado católico que ha defendido a Imran, al igual que muchos otros cristianos paquistaníes acusados injustamente de blasfemia, señaló: “Esta es una buena noticia para la justicia, para los cristianos, para el país. Estamos contentos por el resultado positivo del proceso que, finalmente, reconoce la libertad de una persona inocente. Pero por otro lado hay amargura: basta recordar que el caso ha sido sometido a más de 70 reenvíos judiciales. Imran estuvo injustamente encarcelado durante 12 años, no pudo saludar a sus padres, ambos murieron durante su encarcelamiento, perdió parte de su juventud en prisión por un delito no cometido”.
Ante tales casos, el abogado Sandhu observa: “Debemos seguir luchando, a todos los niveles, para cambiar esta injusta ley sobre la blasfemia. Se ha abusado de esta ley durante demasiado tiempo y los cristianos a menudo son víctimas inocentes. Cabe señalar que hasta 1986 no hubo casos de acusaciones de blasfemia en Pakistán. A partir de 1986, cuando el general Zia-ul-Haq promulgó la ley, estallaron casos de blasfemia en casi todas partes. Pero la mayor parte de las acusaciones son totalmente falsas e instrumentales”.
Debemos seguir luchando, a todos los niveles, para cambiar esta injusta ley sobre la blasfemia
Otra de las víctimas de falsa acusación de blasfemia en Pakistán fue Asia Bibi, la cristiana pakistaní símbolo del sufrimiento provocado por la persecución anticristiana en el mundo. Entrevistada por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) reiteró su posición a favor de cambiar la ley de la blasfemia, para evitar los abusos actuales que afectan especialmente a las minorías religiosas.
Esta cristiana, madre de cinco hijos, estuvo encarcelada por la ley de la blasfemia casi 10 años hasta la absolución sentenciada por la Corte Suprema de Pakistán en octubre de 2018.
“Hoy en día hay algunos grupos están abusando de las leyes existentes, por lo que hago un llamamiento al primer ministro de Pakistán, especialmente para las víctimas de las leyes sobre blasfemia y las niñas que han sido convertidas a la fuerza, para salvaguardar y proteger a las minorías, que son también ciudadanos paquistaníes. Y yo, como víctima, hablo desde mi propia experiencia. Sufrí terriblemente y viví muchas dificultades pero ahora soy libre y espero que estas leyes se puedan cambiar de tal manera que se evite cualquier abuso de ellas”, recordó Asia.
Según el Informe para la Libertad Religiosa publicado por ACN, las llamadas ‘leyes de blasfemia’, incorporadas en 1986 al Código Penal de Pakistán (artículos 295 B, 295 C, 298 A, 298 B, 298 C), limitan enormemente la libertad de religión y de expresión. La profanación del Corán e insultar a Mahoma son delitos punibles con cadena perpetua y pena de muerte respectivamente. En la vida cotidiana estas leyes se utilizan con frecuencia como medio para perseguir a las minorías religiosas.
Desde su residencia actual en Canadá, Asia Bibi también recordó el drama de numerosas menores de edad pakistaníes secuestradas, convertidas y obligadas a contraer matrimonio a la fuerza.
Durante la entrevista, publicada en su totalidad en el canal de YouTube de ACN Italia, Asia Bibi también se refirió al Papa Francisco. "Tengo dos coronillas (decenarios del rosario) donadas por el Santo Padre" dijo, “una se quedó en Pakistán y la otra está conmigo y todos los días rezo el rosario por la fe y por los perseguidos en Pakistán. Agradezco al Santo Padre Francisco y al Papa Benedicto que intercedieron por mí, agradezco a ACN y también a muchos otros que han rezado por mí».
"Tengo un profundo deseo de visitar Roma y, si es posible, de encontrarme con el santo padre", respondió Asia. "Rezo por el papa Francisco que nos apoya en la fe". La cristiana pakistaní concluyó dirigiéndose a los benefactores de la fundación pontificia: "Agradezco a ACN y a todos sus benefactores en todo el mundo por apoyar a las personas que son perseguidas como yo por su fe”.