Saima Sardar, una enfermera cristiana de 30 años, fue asesinada por su exnovio en Pakistán, por haberse negado a casarse con él y a convertirse al islam. El homicidio fue el 10 de julio en Faisalabad, en el hospital donde la mujer trabajaba, recoge neocatólica de Asia News.

Saima trabajaba en el Social Security Hospital y hace algunos años mantuvo una relación sentimental con su asesino. Luego lo dejaron, en parte por los reproches que la joven había recibido de su familia.

Posteriormente, la enfermera comenzó una relación de noviazgo con un joven cristiano e iban a contraer matrimonio en noviembre de este año. Según la familia, cuando Muhammad supo que Saima se iba a casar, comenzó a presionarla. Él quería que la joven renegara de su fe cristiana y se convirtiera al islam. Luego, se casarían según la tradición islámica.

Si no te conviertes y te casas conmigo, morirás. Así presionaba el exnovio a la joven cristiana

Ante la negativa de Saima, el exnovio perdió la cabeza. Hace meses que la amenazaba e incluso le había hecho una advertencia: «Si no te conviertes y te casas conmigo, morirás». Por miedo, la enfermera había solicitado a los guardias del hospital que no le permitieran entrar. Sin embargo, Muhammad logró entrar en la sala donde ella se encontraba, y le disparó. Poco después, al ver llegar a los compañeros de la joven, el joven se suicidó de un disparo.

Y de Pakistán a Siria, a la ciudad de Qamishli, actualmente controlada por las milicias kurdas, y que ha sido escenario de varios actos terroristas en los últimos años dirigidos a afectar a las comunidades cristianas. El 19 de junio de 2016, Mar Ignatios Aphrem II, patriarca de Antioquía de los siro-ortodoxos, también escapó de un ataque mortal en Qamishli. En esa ocasión, un terrorista suicida se había infiltrado en una celebración organizada para conmemorar el llamado ‘genocidio asirio’ de 1915 (Sayfo), perpetrado por el ejército otomano contra las comunidades cristianas Sire y Assyrian. El atacante había sido bloqueado en la entrada del lugar donde tuvo lugar la celebración presidida por el patriarca, y en ese lugar había explotado, causando la muerte de tres personas, informa Fides.

Eritrea: el cierre violento de clínicas católicas es... como si se amputara un brazo a la Iglesia

Nos vamos a Eritrea, cuyo Gobierno quiere que la iglesia católica deje de prestar servicios en el campo educativo y sanitario. «Nuestro trabajo debe quedar limitado a los templos», ha dicho el sacerdote católico Mussie Zerai en una conversación con la Fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

«Las brutales acciones del gobierno de Eritrea tienen como objetivo privar a la Iglesia de todos los servicios que ofrece en el campo educativo y sanitario. Según él, nuestro trabajo debe quedar limitado a los templos». Esto ha dicho el sacerdote católico Mussie Zerai en una conversación mantenida con la Fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. Zerai vive en Roma y desde allí coordina el trabajo pastoral eritreo y las comunidades extendidas por Europa. Cada año, miles de personas abandonan el país.

Tras las despiadadas acciones del gobierno contra instituciones cristianas en este país del noreste de África, aún podrían sucederse otras. A mediados de junio, el ejército eritreo ocupó por la fuerza y cerró 21 hospitales y centros médicos de la Iglesia. Los pacientes fueron literalmente arrojados de la cama. Los militares destrozaron ventanas y puertas y presionaron a los empleados, según explica Zerai. La directora de un hospital del norte de Eritrea, una religiosa franciscana, fue incluso detenida por resistirse..

Reino Unido: El líder conservador Hunt anima a llamar "cristianofobia" a la persecución de cristianos en el mundo

Y saltamos a Europa, en concreto al Reino Unido, donde el candidato a líder conservador y a primer ministro británico Jeremy Hunt alentó a llamar "cristianofobia" a la persecución a los cristianos en el mundo, tal como reclama un estudio difundido en el país, recogió La Vanguardia.

El ministro destacó que "durante demasiado tiempo los Gobiernos han preferido emplear un lenguaje vago de condena, en lugar de afrontar el problema específico de la discriminación y persecución de cristianos". Y tiene toda la razón.