PNV, PSE, Bildu y Podemos han dado luz verde a la propuesta de Elkarrekin Podemos para imponer que la educación sexual «sin estereotipos de género» se imparta en todos los centros del País Vasco. El PP se ha abstenido -en su variante de progresismo de derechas, del que ya hemos visto algún que otro ejemplo- y ha recibido el voto en contra de Vox. Su diputada, Amaia Martínez, hacía la siguiente exposición de los hechos, apostando por el papel indiscutible de padres y madres en la educación.

Pero, vayamos con la propuesta en sí: aboga por la puesta en marcha de una educación sexual «transversal» que comience en primero de primaria, con seis años, y se prolongue hasta 4º de la ESO, con 16 años. El texto aprobado recoge que «todo el alumnado» tiene «derecho» a recibir «contenidos específicos» que se deberán adaptar a cada uno de los niveles educativos. «Se trata de buscar una actitud responsable hacia la sexualidad», indica la proposición que incluye además que en los centros se «acompañe y oriente» a los alumnos para la vida sexual, «desde el reconocimiento de su propio cuerpo y la madurez erótica, hasta la igualdad y la diversidad».

Además, se apuesta por cuartos de baño que no diferencien por sexo