La manifestación en defensa de la vida del no nacido y por el respeto a la persona desde su concepción hasta su muerte natural, que discurrió por las calles de Madrid el pasado fin de semana, es una razón más para recuperar el proyecto de una eucaristía por la vida, en la calle.

Recuerden, coincidiendo con la festividad de la Sagrada Familia, el antiguo arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, organizaba una eucaristía de las familias, allá por finales de año. En ese momento, surgió también la idea de hacer, cada 25 de marzo, festividad de la Anunciación y Día por la Vida, una eucaristía en la calle, en defensa de la vida humana. Cuando Rouco fue sustituido por Carlos Osoro, no sólo se abandonó el proyecto sino que la ya existente eucaristía de las familias pasó a recluirse en el interior de la Catedral de la Almudena. En definitiva, se cedió la calle al enemigo. Sí, los católicos tenemos enemigos, qué le vamos a hacer.

A lo mejor es el momento de volver a la calle: recuperar las eucaristías por la familia en la Plaza de Colón, cada 28 de diciembre y la eucaristía por la vida, cada 25 de marzo.

Moviola. Señores obispos: falta una eucaristía por la vida, o sea por los no nacidos, en la calle, cada 25 de marzo. Y de paso, también falta recuperar la calle como escenario de la manifestación-eucaristía en defensa de la familia. La venenosa ideología de género se extiende como una mancha de aceite... debido a nuestra cobardía.