Una semana más, Hispanidad realiza una crónica recogiendo las últimas informaciones sobre la persecución -incluso genocidio- contra los cristianos, una realidad silenciada en muchos medios y en muchos gobiernos occidentales.
El contexto de esta persecución a los cristianos es que ésta está aumentando en los últimos tiempos, tal y como recogen varios informes, como el de Puertas Abiertas, el del Observatorio sobre Intolerancia y Discriminación contra Cristianos en Europa (OIDAC); o el de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Esta semana empezamos en Laos donde, según el último informe sobre libertad religiosa de ACN, sigue vigente un régimen comunista que controla los asuntos religiosos del país, por lo que "hasta que no haya más indicios positivos, las perspectivas para la libertad religiosa son negativas y deben permanecer bajo observación".
En ese contexto, cristianos de zonas rurales han sido echados violentamente de sus hogares, según recoge Aciprensa.
Anthony Williams, investigador de la agencia de ayuda cristiana internacional Barnabas Aid, relató que “la persecución en Laos es peor en las zonas rurales, donde los líderes locales tienen más libertad para tomar medidas contra los cristianos, y especialmente contra los conversos de una religión tradicional”.
“El gobierno en gran medida está haciendo la vista gorda ante el hecho de que los cristianos son obligados a abandonar sus hogares” y “es poco probable que el gobierno considere la protección de los cristianos como una prioridad”, prosigue Williams, que añade que la discriminación a los cristianos reviste formas como negarles documentos oficiales.
Nuestro siguiente destino es Irak, país en el que, según la Constitución de 2005, el islam es la religión oficial del Estado y la «fuente de la legislación». "Irak se encuentra en una encrucijada y las minorías religiosas siguen siendo vulnerables. Dado que aún no se ha implantado la igualdad de ciudadanía para todos los iraquíes, no está garantizada la plena libertad religiosa. Las perspectivas para el disfrute de la libertad religiosa y de muchos otros derechos humanos siguen dependiendo de la estabilidad política y de seguridad del país, que parecen dudosas, y deben permanecer en observación", según el último informe de ACN.
En ese contexto, muchos cristianos han decidido abandonar el país. Pero algunos, como Michael, se quedaron. Puertas Abiertas recoge su testimonio.
Con 29 años, casado y padre de una hija, sus parientes huyeron de Irak cuando dos cristianos cercanos a él fueron secuestrados, torturados y asesinados, pese a haber pagado el rescate a los secuestradores.
“Decir adiós a la familia es una experiencia emocionalmente agotadora. Yo no tuve la oportunidad de despedirme de un gran amigo cuando él huyó a Canadá. Cuando tu familia deja el país así, es muy doloroso, es como si alguien hubiera muerto”, dice Michael.
“Creo que los cristianos pueden ser luz, viviendo la palabra de Dios y siendo ejemplo de comportamiento y actitud para las otras religiones. Podemos amarnos unos a otros”, asegura Michael.











