Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos en la India, donde unas religiosas católicas fueron agredidas en el Hospital Católico de Nazaret, en Mokama, al sureste de Patna, en el estado indio de Bihar.

Según la hermana Anjana Kunnath, administradora del Hospital Nazareth de Mokama, un grupo de unas 30 personas atacó a las Hermanas de la Caridad de Nazaret, que dirigen el hospital, devastando el servicio de urgencias, informa Fides.

Según la reconstrucción de los hechos, el grupo había traído a un hombre con una grave herida de bala, pero cuando fue examinado y atendido por el médico de guardia, sólo pudo confirmar su muerte. “La multitud insistió en que el hombre aún tenía latidos. Amenazaron y aterrorizaron al personal médico, al guardia y a otros pacientes”, dice la Hna. Kunnath.

La multitud golpeó violentamente a la hermana Aruna Kerketta, que trabajaba en la sala de urgencias, mientras que “también había algunos policías de Mokama que se mantuvieron al margen mientras la multitud actuaba con violencia”.

En más de 70 años, el hospital ha atendido a cientos de miles de personas, en su mayoría pobres, procedentes de muchos distritos de Bihar, Bengala Occidental e incluso de las fronteras de Nepal, impartiendo también cursos de formación para enfermeras y personal sanitario.

Me he encontrado personalmente con al menos dos docenas de casos de conversión forzada de jóvenes cristianas en el Punjab, y el 90% de las niñas son menores de dieciséis años

Nos vamos a Pakistán, donde es habitual que las familias cristianas e hindúes sufran el secuestro de sus hijas menores de edad por parte de hombres musulmanes que luego les fuerzan a «convertirse» al islam y a casarse con ellos. Por ello habían solicitado que se impida un límite de edad para la conversión religiosa. El Ministerio de Asuntos Religiosos del país se niega, recoge Infocatólica.

Según los líderes cristianos de la sociedad civil de Pakistán, una medida que limite la edad de conversión religiosa a los 18 años puede ser útil para frenar el fenómeno del secuestro, conversión y matrimonio de niñas cristianas e hindúes. Pero la mejor manera de resolver el problema de raíz, dicen, es frenar los matrimonios forzados garantizando la aplicación de una edad mínima de 18 años para contraer matrimonio, según la Ley de Protección de la Mujer.

En un mensaje enviado a la Agencia Fides, Nasir Saeed, director de la ONG «CLAAS» (Centre for Legal Aid Assistance & Settlement), explica que los casos de jóvenes cristianas e hindúes obligadas a convertirse han aumentado drásticamente en el último año. Y señala: «Tener en cuenta el escenario general y considerar el enfoque actual de una edad mínima de 18 años para la conversión es crucial. Me he encontrado personalmente con al menos dos docenas de casos de conversión forzada de jóvenes cristianas en el Punjab, y el 90% de las niñas son menores de dieciséis años».

Según el director de CLAAS, «a menudo la policía convierte los casos de secuestro en casos de 'conversión religiosa' y luego, en lugar de tomar las medidas necesarias contra el secuestrador, dan un certificado de conversión a los padres de la niña secuestrada, diciendo que la niña se convirtió al Islam por su propia voluntad, por lo que no pueden hacer nada y todo es legal».

La sinización tiene como objetivo imponer reglas estrictas a las sociedades e instituciones basadas en los valores centrales del socialismo, la autonomía y el apoyo al liderazgo del Partido Comunista Chino

Y en China, funcionarios de la dictadura comunista ordenaron a los pastores del principal organismo de la comunidad protestante controlada por el Estado que estudien y prediquen el discurso del presidente, Xi Jinping, pronunciado el 1 de julio en el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh), recoge Infocatólica de Uca News.

Los funcionarios también advirtieron que el incumplimiento de las directivas se consideraría una violación de la sinización, que es una condición necesaria para que las iglesias sobrevivan en China.

La sinización tiene como objetivo imponer reglas estrictas a las sociedades e instituciones basadas en los valores centrales del socialismo, la autonomía y el apoyo al liderazgo del Partido Comunista Chino.

En su discurso enérgico que duró alrededor de una hora, Xi elogió el papel vital del PCCh en sentar las bases de la China moderna y advirtió que los intentos de separar al partido del pueblo chino fracasarían.

Los cristianos deben confiar en el PCCh, ya que ha gobernado con éxito el país durante más de 70 años y deben unirse al PCCh para decirle a las potencias hostiles extranjeras que «la era en la que la nación china fue masacrada e intimidada se ha ido para siempre», agregó Xi.

Recordemos que desde 2018, con el pretexto de las nuevas regulaciones sobre asuntos religiosos, las autoridades chinas han cerrado cientos de iglesias y organizaciones benéficas basadas en iglesias, incluidos orfanatos dirigidos por católicos, por acusaciones de operar ilegalmente o violar las reglas al adoctrinar a las personas con religión.