Hoy 20 de marzo de 2023, este diario digital, decano de la prensa electrónica española, de nombre Hispanidad, cumple 27 años de vida. Vida no interrumpida, que dirían los abortistas, unos bestias muy amantes del rigor. 

Ese día, el diario ABC abría con una noticia futbolística, de la Copa de Europa, porque el Madrid se jugaba frente a la Juventus, allá en Turín, el pase a las semifinales de la Copa de Europa. Por cierto, perdió por 2-0 y así terminó su participación en la Champions de ese año.

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Al tiempo, apenas 17 días antes del nacimiento de este diario digital, José María Aznar había conseguido vencer en las elecciones del 3 de marzo y desalojar, tras 13 años, a Felipe González que parecía poseer La Moncloa en propiedad. El semanario Época, dirigido por el inolvidable Jaime Campmany, exhibía a Aznar, en portada, tocado con una barretina, para dejar claro, una imagen vale mucho, que debería gobernar con el apoyo de los catalanes de Jordi Pujol. Sí, en aquel entonces había nacionalistas catalanes moderados.

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A lo largo de estos 27 años, Hispanidad ha metido la pata bastantes veces, pero sí puede presumir de algo: ha sido fiel a su ideario cristiano durante toda su trayectoria. Y la cosa tiene su aquel porque vivimos en un tiempo en que el ideario de los medios es de sexo fluido: tan vago que no dice nada, tan vaporoso como eso de los principios constitucionales, que igual valen para un roto que para un descosido, tan políticamente correcto que ni tan siquiera compromete a lealtad alguna. 

Ahora mismo, el peor enemigo del cristiano, lo acaba de decir el Papa Francisco, no es el marxismo sino la ideología de género, cada vez más degenerada en 'woke', en puro nihilismo. 

En el siglo XXI, el ideario de los medios informativos parece de sexo fluido: tan vaporoso que nada dice ni a lealtad alguna compromete

Es decir, hemos pasado de la moral a la antropología, del bien a la verdad y, ante todo, del mal a la blasfemia contra el Espíritu Santo... que es donde estamos en el siglo XXI. Ya saben, la blasfemia contra el Espíritu, el pecado que no se perdonará ni en este siglo ni en el venidero

Y así, Hispanidad celebra su vigésimo séptimo cumpleaños con dos sentencias favorables, a cual más significativa.

La primera, interpuesta por la responsable fiscal de Cáceres, contra Hispanidad por recoger una meme ingenua donde se parodiaba un anuncio para niñas con el siguiente cartel: feminazinova. Acusados por delito de odio, por lo que te pueden caer hasta cuatro años de cárcel. Pocas bromas. El juez archivó la causa porque la Fiscalía contra la violencia de género no aportó ni una sola diligencia pero nos ha tenido dos años pendientes de una tontuna como esta. Sí, por una broma sobre un anuncio infantil.

La segunda, de la que también hemos salido bien librados, era por un -una- cargo socialista ligada al exministro de Transportes de Pedro Sánchez, señor José Luis Ábalos, quien nos exigía 10.000 euros porque ella no era personaje público. Así, según un sesgo que últimamente ha ido adquiriendo el periodismo políticamente correcto: al poderoso ni te atrevas a mencionarlo o no eres un periodista riguroso. Aquí el letrado Borja Fernández de Vega también hizo bien su oficio... pero el mal continúa.

En el siglo XXI, los delitos de odio se han convertido en una censura mucho más eficaz que la del Antiguo Régimen; sobre todo contra los cristianos

Los grandes medios no se han subordinado al poder político o económico. Es algo peor: se han convertido en parte de ese poder. Juegan en el mismo equipo y no está bien meterse goles en propia puerta.

Y la prensa independiente... pues constantemente denunciada ante los tribunales. Ya saben: la justicia es lenta y cara y si algo tienen los grandes son buenos abogados.

Y si eres cristiano... constantemente denunciado por presuntos delitos de odio. ¿O es que alguien piensa que los famosos delitos de odio se han legislado para otra cosa que no sea arremeter contra todo lo que huela a cristiano? 

Son 27 años peleando. Esperamos seguir muchísimos más.