Son un grupo de jóvenes de entre 5 y 22 años los que han demandado al Estado americano de Montana por "violar sus derechos constitucionales al impulsar políticas a favor de las industrias de combustibles fósiles, que devastaron el medio ambiente y afectaron gravemente su salud".

En concreto, los demandantes argumentan que las políticas energéticas de Montana contradicen la Constitución estatal, que garantiza el derecho a un entorno "limpio y saludable".

Según La Vanguardia, una de los jóvenes, Grace Gybson- Snyder, de 19 años, aseguró ante el tribunal que el humo de los incendios habría agravado la ya de por sí deteriorada atmósfera a causa de la emergencia climática. Esto había sido una "experiencia definitiva" al jugar a soccer (fútbol europeo) en el instituto. Explicó que el humo envolvía regularmente su ciudad con un aire insalubre. Esto obligaba en numerosos días a cancelar los entrenamientos. 

La demanda fue presentada en marzo de 2020 por un grupo de 16 niños y adolescentes representados por la organización "Our Children's Trust", que ayuda a la gente joven a defender sus derechos climáticos.

Julia Olson, directora ejecutiva de Our Children’s Trust, la firma de abogados sin fines de lucro que representa a los jóvenes demandantes manifestó: “Los niños necesitan abogados y necesitan personas que los defiendan, ya que nuestro sistema legal no prioriza las necesidades de los más jóvenes. Y cuando se trata de la crisis generada por el cambio climático, las leyes humanas no prestan atención a las leyes de la naturaleza y a lo que los científicos dicen que debemos hacer para proteger a nuestros niños, niñas y a todas las generaciones futuras”.

El de este juicio -histórico que diría el presidente español- es un ejemplo de lo que ocurre cuando Gobiernos como el de Sánchez, que enarbolan la "emergencia climática" como prioridad, expanden la 'cultura' del cambio climático. 

Y eso, sin incluir en la ecuación a nuestra, últimamente silenciosa, Greta Thunberg y sus apocalípticas predicciones.