Cada vez hay menos nacimientos y más muertes, en España, y por si eso fuera poco preocupante, la tendencia se está acelerando, de tal manera que los hospitales han optado por reducir al mínimo indispensable el espacio de maternidad para ampliar las habitaciones de geriatría.

Los datos, publicados este jueves por el INE, son muy preocupantes, como hemos dicho: en las 31 primeras semanas del año (hasta el 4 de julio), murieron en España 267.168 personas y sólo nacieron (hasta el 30 de junio) 156.202. Es decir, fallecieron 110.966 personas más que las que nacieron, una diferencia que se ha más que duplicado en mayo y junio ya que en los cuatro primeros meses del año la diferencia fue de 51.094 fallecimientos más.

Los datos son muy preocupantes y todavía es más preocupantes la falta de interés de la clase política por darle la vuelta a la situación. El problema demográfico no se soluciona únicamente con inmigración, sino fomentando la natalidad, por ejemplo, con el salario maternal, una medida que ya existe en otros países europeos.

Me dirán: ya están estos de Hispanidad otra vez con el salario maternal, y tienen razón. Seguiremos insistiendo en ello porque urge solucionar el problema. Además, aumentar la natalidad no sólo beneficia al país a largo plazo, sino que a corto plazo es un bien para la sociedad.

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