Franz Jägerstätter, mártir perseguido por el nazismo
Comenzamos esta crónica semanal sobre persecución a los cristianos haciéndonos eco de un libro titulado «Mártires de la conciencia. Cristianos frente al juramento a Hitler» en el que el autor, José García, cuenta la vida de personas que por motivos religiosos se negaron a prestar el juramento de fidelidad a Hitler en el Ejército alemán.
En esta obra se selecciona a diez de ellos que fueron fieles a su conciencia, como más de 400 años antes habían hecho John Fisher y Tomás Moro, quienes en conciencia no pudieron jurar la «Act of Succession» promulgada por el Parlamento británico, con la que Enrique VIII de Inglaterra se declaraba la cabeza visible de la Iglesia de Inglaterra. También los objetores alemanes, austríacos y tiroleses del Sur se negaron a dar su asentimiento a una ley estatal que se oponía a la ley divina.
Durante decenios pasaron realmente «ocultos». Su memoria no comenzó a recuperarse hasta la década de 1990, e incluso este modo de resistencia al nazismo sigue siendo prácticamente desconocido para la opinión pública. Aunque casi todos se caracterizan por haber llevado una vida sencilla, coinciden en que supieron tener la fortaleza de haber sido fieles a sus creencias, de haberse mantenido fiel a la verdad, aunque les costara la vida. Por eso son mártires de la conciencia.
Uno de ellos fue el campesino austríaco Franz Jägerstätter, quien en 1943 fue condenado a muerte por esa razón. Franz Jägerstätter —beatificado por la Iglesia católica en octubre de 2007— forma parte de una exigua minoría de objetores por motivos religiosos: apenas una veintena de católicos y ocho o nueve cristianos evangélicos.
“Nadia es una mártir”, afirma su madre
Nos vamos ahora a Perú, donde Nadia de Munari —misionera laica italiana de 50 años que trabajaba en la casa hogar ‘Mamma mia’ de la Operación Mato Grosso, en el barrio pobre América del Sur en Nuevo Chimbote, localidad de la costa norte, ubicada a unos 400 kilómetros al norte de Lima—, murió recientemente después de haber sido brutalmente atacada con un machete y una comba en su casa. No se sabe aún la razón del asesinato pero la Policía Nacional del Perú ya investiga los hechos.
La noticia causó gran dolor y pesar en la comunidad de Nuevo Chimbote, donde servía a cientos de niños pobres. Desde ese lugar dirigía seis guarderías o jardines infantiles y una escuela primaria, donde en total se servía a unos 500 niños, según informa el Diario de Chimbote.
El diario peruano señala que en el hogar ‘Mamma Mia’ de la OMG se brinda “alimentación gratuita a menores y madres de escasos recursos, y realiza permanente labor social en favor de los más necesitados de la zona, por ello no se entiende el salvaje ataque sufrido por la misionera italiana, muy querida en nuestra ciudad”.
La Operación Mato Grosso fue fundada por el sacerdote salesiano italiano Ugo De Cesi y tiene como fin formar a los más jóvenes para trabajar por los más pobres, a quienes se les da formación técnica y artesanal.
“Nadia es una mártir”, afirma su madre según indica el diario italiano Corriere della Sera. “Estas palabras no podrían ser más ciertas porque Nadia ha donado su vida, ha derramado su sangre”, dijo al medio italiano Adnkronos el padre Gaetagno Santagiuliano, párroco de Schio.
El padre Christian fue golpeado, al igual que una religiosa que se encontraba con él, y luego le dispararon cuatro balas en las piernas
Y en Sudán del Sur, el misionero comboniano Christian Carlassare recibió cuatro impactos de bala en las piernas pocos días antes de ser consagrado obispo de Rumbek, según informa la agencia Fides.
Aunque el futuro obispo perdió mucha sangre, fue rápidamente trasladado a un hospital y su vida no corre peligro. La revista Nigrizia, vinculada a los combonianos, recoge el testimonio de Rebecca Tosi, una voluntaria que dormía en el mismo recinto que el misionero: “Treinta minutos después de la medianoche, oímos unos disparos, salimos volando de la cama y comprendimos que iban dirigidos al padre Christian”.
En la nota de la Conferencia Episcopal de Sudán de Sur explican que este ataque tenía como objetivo asustar al nuevo obispo: “El padre Christian fue golpeado, al igual que una religiosa que se encontraba con él, y luego le dispararon cuatro balas en las piernas. Según las primeras noticias, el atentado parece planeado aparentemente para asustarle y que no sea consagrado obispo”.
El médico Enzo Pisani, de la ONG CUAMM, le atendió rápidamente: “Dos disparos le atravesaron las pantorrillas. No le produjeron fracturas sino hemorragias importantes. Por tanto, lo más importante era, de inmediato, encontrar sangre para él, lo que ciertamente no fue fácil por su tipo de sangre. Sin embargo, la providencia nos ayudó y un voluntario de CUAMM, con grupo O negativo, le donó la suya. Le taponamos y vendamos la herida y el padre Christian se recuperó bien de la anestesia”.