El Covid ha forjado una España pusilánime, sumisa al poder
El Ejecutivo Sánchez es un gobierno muy serio. El 1 de febrero -y en la misma votación que la subida de las pensiones- deciden que la mascarilla se prorroga como mordaza obligatoria en exteriores. Una estupidez que, como tal, la gente no está dispuesta a aceptar.
Así que la ministra de Sanidad, siempre atenta al sentir del pueblo especialmente a los que le podrían quitar votos, decide que no, que nos quitará el bozal el próximo Consejo de Ministros.
Ante todo, claridad. Vean este divertido vídeo, ya de un año atrás pero que sigue reflejando el caso sanitario producto de lo que pocos se atreven a reconocer: dos años después de la invasión del Covid, no tenemos ni idea sobre el virus. Y encima, hablamos de "evidencias científicas". Y en este vídeo también se habla del quítese la mascarilla, póngase la mascarilla.
🔴Atentos,escuchar el video porque por desgracia es la realidad que estamos viviendo. Desastre elevado a la máxima potencia ‼️ pic.twitter.com/qfuSy9EbJ3
— Princess (@vezapurpura) February 3, 2022
La verdad es que me alegro del viraje gubernamental, porque es una muestra de que los españoles, tan miedosos ante el Covid y por tanto dispuestos a obedecer cualquier necedad decretada por la ministra Carolina Darias, todavía tienen un mínimo sentido común para evitar que, un poner, si mañana el Gobierno nos exige andar a cuatro patas, lo hagamos.
Sí me alegro de esta mínima rebeldía porque el Covid ha forjado una España pusilánime, sumisa al poder pero, por esto mismo, incapaz también de lealtad a proyecto, o líder, alguno, salvo por miedo.
La rebelión ya había comenzado. Ahora, hay que luchar contra la vacunación obligatoria, contra la vacunación infantil y, en general, por la vuelta a la normalidad. No a las nuevas anormalidades, sino a la normalidad.