Nos dicen que la vacuna no es suficiente para detener a Ómicron, o sea que seguiremos con bozal, quizás también en interiores
Hay que subir la presión. El pueblo, siempre irresponsable e insolidario, no aguanta más y se ha echado a la calle. Andan enloquecidos, porque llevan 20 meses sorteando restricciones contra su libertad y obedeciendo como borregos a unas autoridades que no saben nada del origen del virus y por tanto, van a ciegas sobre sus tratamientos y sobre las consecuencias.
Comienza la vacunación entre los 5 y los 11 años. Sólo una dosis para los que ya hayan sufrido la enfermedad. ¿Y si los niños son asintomáticos? ¿Y aquello de no emplear fármacos no probados con menores?
Así que en Europa, el continente más cobardica del mundo actual, han decidido implantar una tercera dosis a todos los europeos, a ser posible a los tres meses de recibir la segunda. Y yo me pregunto: ¿Por qué no una por mes, o por semana?
Al tiempo se nos advierte contra la feroz variante Ómicron. El nombre está perfectamente elegido, porque suena a amenaza. Es más, nos dicen que la vacuna no es suficiente para detener a Ómicron, o sea que seguiremos con bozal, quizás también en interiores.
¿Saben una cosa? El Covid sigue dando miedo pero ya empieza a dar risa. El Sanchismo se pone la mascarilla ante las cámaras de TV, allá en el Congreso, en otra edificante sesión de control parlamentario: o sea, más miedo.
¿Por qué nos vacunamos? Para que nos dejen en paz. ¡Qué cosas!
Comienza la vacunación entre los 5 y los 11 años. Sólo una dosis para los que ya hayan sufrido la enfermedad. ¿Y si los niños son asintomáticos? ¿Y aquello de no emplear fármacos no probados con menores? Da igual, más vacunas, es la guerra. Todos, todas y todes accionistas de Pfizer, por favor.
Y a todo esto, a pesar de la tabarra televisiva gubernamental, ¿por qué nos vacunamos? Para que nos dejen en paz. ¡Qué cosas!
Por cierto, si alguien considera que exagero, tanto en las cifras como en las intenciones, lea lo que cuenta: “nos enfrentamos a un tsunami de infecciones por covid en el mundo, tanto de delta como de ómicron” María van Kerkhove, jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud para la Covid. Alerta de que para ir con seguridad a una cena navideña “la vacunación por sí sola no es suficiente”. No hay nada como fastidiar la Navidad al prójimo.