El 14 de marzo de 2020 el señor Pedro Sánchez decidió encerrarnos a todos en casa. Decretó su estado de alarma por el que anuló el derecho a la libertad de movimientos y con ello otros muchos derechos: expresión, reunión manifestación y, no lo olvidemos, libertad de culto.

Y es curioso porque todos los juristas y no juristas, que se atrevieron a apuntar esto que ahora dice el Tribunal Constitucional fueron abucheados. De entrada, gana Vox, que interpuso el recurso precisamente bajo el argumento de que no se pueden suprimir derechos fundamentales por la buenas, sin recurrir a un estado de excepción, cosa que Sánchez no hizo porque lo hubiera tenido que acordar con la oposición.

A prohibir y fastidiar: toques de queda por todo el país. En Canarias, los tribunales ya lo han prohibido. En Valencia, Cantabria, etc no. Y esto, ¿no puede resultar inconstitucional?

En cualquier caso, el estado de alarma se decretó el 20 de marzo del pasado año y duró hasta junio. No, no esperen que Pedro Sánchez dimita. Razones hay, porque creó ilegalidad con nada menos que un estado policial y encima se enorgullece de ello, pero también tiene gracia que el Constitucional decida su fallo 16 meses después.

Estado de Alarma

En el entretanto, la quinta ola multiplica los contagios. ¿Y qué? El problema continúa siendo el mismo: ¿por qué tardamos tanto en inmunizarnos contra este virus? Es más, en una enfermedad ‘normal’ deberíamos alegrarnos de los contagios no letales porque la inmunidad grupal debería haberse logrado ya.

Ahora bien, yo sólo contemplo histeria a mi alrededor.

En Francia, Día Nacional, la gente protesta contra la vacunación obligatoria de ciudadanos.

Y los más neuróticos, los gerifaltes autonómicos: toques de queda por todo el país. En Canarias, los tribunales ya lo han prohibido. En Valencia, Cantabria, Baleares, no. Y ahora, con el TC exponiendo doctrina, ¿los toques de queda no serán también anticonstitucionales?

La moda es prohibir y fastidiar al ciudadano, en un curioso ensañamiento de la clase política con la ciudadanía, porque saben que esta tiene miedo y hará lo que le digan. Estamos creando una España de miserables.

Y ley seca a lo cántabro: no se podrá vender alcohol a partir de las ocho de la tarde. ¿Y si lo compramos a las 19:55 y nos lo bebemos a medianoche?

En Francia, Día Nacional, la gente protesta contra la vacunación obligatoria de ciudadanos. A los franceses, la libertad les preocupa más que a nosotros.

Y ley seca a lo cántabro: no se podrá vender alcohol a partir de las ocho de la tarde. ¿Y si lo compramos a las 19:55 y nos lo bebemos a medianoche?