En España, país de los cruceros (esas cruces erigidas en los cruces de caminos, muchas de ellas en el Camino De Santiago) existe desde hace no mucho tiempo una tendencia o corriente a derribar cruces, algunas veces con la excusa de la memoria histórica y otros no.

Hispanidad ha recogido numerosos casos, estos son algunos: el derribo de la Cruz de Ribalta en Castellón, el derribo de cruces por parte de la Diputación de Cáceres, el intento de derribar una cruz en Corella (Navarra), el derribo de la Cruz de Aguilar de la Frontera (Córdoba), la demolición de la cruz de Callosa del Segura (Valencia), etc.

Y hoy es noticia que la Audiencia Provincial de Álava ha ordenado al Juzgado de Instrucción nº2 de Vitoria que abra diligencias por el derribo de la cruz de Ganalto después de que la Fundación Española de Abogados Cristianos recurriera el auto de dicho juzgado que ordenaba el archivo de la causa.

Asegura la Audiencia en su auto que “a la vista de la evidencia clamorosa de que se han causado unos daños en la cruz de Ganalto […]. No es de recibo que se decrete directamente el sobreseimiento provisional de las diligencias que se han aperturado sin hacer un mínimo acto de investigación”.

Abogados Cristianos denunció los hechos al considerar que sus autores podrían haber incurrido en un delito contra el patrimonio (art. 323 del C.P.) con el agravante de discriminación por motivos religiosos (art. 22. 4ª del C.P.).

El abogado de la organización, Pablo Jarque, critica que “el juzgado archivase la causa sin practicar ninguna diligencia” y asegura que “pese a pasividad de algunos órganos judiciales, Abogados Cristianos seguirá luchando para defender todos los símbolos religiosos hasta el final”.

Vivimos una auténtica obsesión contra la Cruz de Cristo, al menos en España.