
El caso Juana Rivas, una de las "madres protectoras" de Irene Montero, no para de enredarse. El último episodio dirime si el hijo menor Gabriel, de 11 años, debía regresar a Italia con su padre -que tiene su custodia- o quedarse en España, donde se encuentra tras las vacaciones de Navidad, con su madre.
Ahora, la Justicia italiana devuelve la custodia del hijo de Juana Rivas a su padre y ordena su vuelta a Cerdeña. Además, el fallo establece que Rivas sólo podrá visitar a su hijo en Cerdeña y no llevárselo a Granada como hacía hasta ahora.
El pasado diciembre el hijo mayor de Rivas hizo público un vídeo reclamando a la Justicia italiana que diera la custodia de su hermano menor a su madre. "Está viviendo un infierno", expresó en un vídeo Gabriel Arcuri.
Por su parte, Daniel, dice el magistrado de la la Corte de Apelación de Cagliar en su sentencia, tiene "apego por su vida con su padre en Carloforte", y por eso le explicó a la curadora judicial, antes de Navidad, que no quería viajar a España a ver a su madre y su hermano: "Prefiero que vengan aquí", recoge dicha sentencia.
Y entre acusaciones de maltrato, manipulación, falta de atención, etc, etc, se encuentra un niño de 11 años, Daniel, -su hermano Gabriel ya es mayor de edad, aunque también ha sufrido los pormenores de este proceso que dura más de 6 años- que va y viene según sentencia un juez, después de que su padre y su madre crucen demandas, insultos y mientras el caso se hace público en los medios de comunicación.
En defensa del futuro de Daniel han salido a escena las ministras Ana Redondo, Yolanda Díaz y Sira Rego. Así, la primera sentenciaba recientemente: "El interés superior del menor consiste en impedir que conviva con un maltratador porque "un maltratador nunca es un buen padre".
Redondo ha defendido que "el interés superior del menor consiste en escuchar al hijo de Juana, tener en cuenta su opinión, garantizar su seguridad e impedir que conviva con un maltratador". ¿Y si el niño dijera que quiere volver con su padre?
Y, cómo no, no nos olvidemos de la adalid de la defensa de la mujer, doña Irene Montero, quien al defender una vez más a Juana Rivas vuelve a poner de manifiesto su respeto por la labor de los jueces... como con el Sólo sí es sí.
