Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Inca han detenido a dos hombres, ambos integrantes de un conocido clan gitano de la ciudad, acusados de amenazar de muerte e intentar linchar a la familia de un policía que, horas antes, había sancionado a uno de sus familiares.

Según Última Hora, todo comenzó cuando un agente de policía se encontraba en su casa con su familia. En ese instante se percataron de que había unos chavales dando patadas a los retrovisores de los coches que se encontraban estacionados en la vía pública, pudiendo identificar a varios de ellos. Uno de esos turismos afectados era propiedad del agente en cuestión por lo que decidieron acudir a las oficinas de la Guardia Civil de Inca para interponer denuncia.

Cuando la mujer estaba en las instalaciones de la Benemérita recibió una llamada de una de sus hijas. La menor estaba atemorizada y no paraba de gritar: «Mamá, mamá, hay unos 10 o 15 gitanos gritando y chillando en la puerta. Quieren entrar, tenemos mucho miedo. Están aporreando la puerta, tenemos miedo». La situación fue tan tensa que la pequeña tuvo que esconderse dentro de un armario. Acto seguido, el matrimonio junto a varias dotaciones de la Guardia Civil y de la Policía Local de Inca acudieron de urgencia al domicilio, pero quienes aporreaban la puerta se había dado a la fuga a bordo de varios vehículos. 

Una vez que los equipos policiales abandonaron el domicilio dos individuos se bajaron de un vehículo y se dirigieron a la mujer del policía que estaba recogiendo sus pertenencias de su coche. Uno de ellos le preguntó: «¿Eres la mujer del policía local que ha denunciado a mi hijo? Te voy a matar, te voy a matar». En ese momento -tal como publica Última Hora, sacó del bolsillo un objeto punzante plateado dirigiéndose hacia ella. Un vecino, que resultó ser un agente de la Policía Nacional fuera de servicio que reside en la zona evitó lo que podría haber acabado con la vida de la mujer.

Este es un ejemplo de la impunidad con la que actúan, en los últimos tiempos, los delincuentes, algo que deja desprotegidos, no sólo a los ciudadanos, sino también a los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Un hecho que denuncia en su cuenta el presidente de la asociación Policía S.XXI, Samuel Vázquez. 

Todo ello sin olvidar que la censura en la información, que se plasma cuando, por ejemplo, no se indica la nacionalidad de quien delinque -un hecho que sí importa a los ciudadanos- contribuye en cierto modo a esa impunidad, por el hecho de que no se recogen determinados datos, primero por no ir contra lo políticamente correcto y segundo por evitar incurrir en los tan vigentes delitos de odio .