El pacto con Bildu para derogar la reforma laboral de forma "íntegra" abre una brecha en el Gobierno. La ministra de Economía Nadia Calviño forzó la rectificación del PSOE para defender una reforma parcial de los "aspectos más lesivos". Pero el vicepresidente comunista Pablo Iglesias insiste en que "lo firmado obliga" y que la derogación de la reforma debe ser íntegra.