(Oído en radio, visto en TV) Carlos Herrera (COPE): “Este es el país que nos está dejando 'Su Sanchidad': a los niños, la burricie de la Ley Celaá; a los trabajadores, palo fiscal; a los mayores, la eutanasia"

En la COPE, Carlos Herrera opinaba: “¿A quién le van a sacar más por menos a esta gente, a todo este Consejo de Ministros empezando por Sánchez y los demás? Bildu ya tiene el acercamiento de los presos de ETA, al PNV le han dado el cuartel militar de Loyola. Y Defensa consideraba estratégicamente imprescindible. Bueno, se quedan los terrenos. Y luego llega lo de ERC. Gabriel Rufián se apunta a ministro de impuestos para Madrid. Fíjense ustedes, esta gente, los independentistas, cuando pisotearon la democracia, trataron de imponer un proyecto supremacista por la fuerza de los hechos consumados, oiga, no sabían o no calculaban que en el 2020 iban a decir los impuestos que deben pagar los madrileños.

Es decir, que hace competencia desleal Madrid porque tiene los impuestos más bajos. Más bajos no quiere decir bajos, que en Madrid se pagan muchos impuestos, como en todas partes, pero los tiene más bajos que Cataluña. Claro, que es como lo ven ellos. Si usted es catalán debe ser que paga más impuestos que nadie porque así lo decide la Generalitat. Es la comunidad que más alto pone el tramo autonómico del IRPF. Es decir, esta tropa les atraca a ustedes para pagarse el procés, las embajaditas en Finlandia, la televisión pública intoxicadora, los sueldos de directivo de multinacional. Y la solución que da ERC a eso es que en lugar de dejar de atracar a los catalanes, que se atraque también a los madrileños. Y Pedro Sánchez se lo acepta porque Pedro Sánchez acepta lo que haga falta con tal de que le aprueben los Presupuestos y le dejen seguir dando vueltas en el Falcon.

Este es el país que nos está dejando 'Su Sanchidad' con tal de sobrevivir él mismo, pues a los niños la burricie de la Ley Celaá; a los trabajadores palo fiscal, retraso en la jubilación, estado de alarma ; a los mayores la eutanasia, que vivan la cuenta, lo justo".

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Técnicamente, sí. Técnicamente, no es que a la etapa que viene se le pueda llamar estabilidad. Los Presupuestos aprobados son la estabilidad. Pero digo yo que, aunque disguste a Vargas Llosa, habrá que añadir algún adjetivo. Por ejemplo, tensa. Tensa estabilidad.

Porque habrá mucha tensión si los ingresos no permiten el gasto que imponen quienes respaldan las cuentas, que ningún apoyo sale gratis. A ver si se puede hablar de gran consistencia si todos los que votarán esas cuentas siguen jugando a cargarse la Corona, que sí es símbolo de estabilidad.

Y bajando la mirada, a ver cuánto tarda Iglesias en volver a sentirse marginado o Sánchez en sentir su aliento en la nuca. A ver cuánto tiempo resiste el PSOE tradicional, si es que queda, una gobernación marcada por la presión independentista. A ver si el secesionismo termina aquí sus demandas o convierte la gobernación en un sudoku. A ver cómo se impone a Madrid que suba los impuestos para no ser el paraíso fiscal que dice Rufián.

A ver qué efectos tiene el fin del control del gasto de la Generalitat y a qué empieza a destinar el dinero. Y a ver cómo se hace la demolición del cuartel de Loyola sin que se convierta en una fiesta soberanista de expulsión de Euskadi del Ejército español. Son algunos de los problemas, y serios, que se adivinan en el horizonte. Ahora bien, el bloque de respaldo ahora mismo es tan sólido, que ya lo dijimos alguna vez: más que solidez, tiene vocación de eternidad”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿No es un poco disparatado precipitar la psicosis y la angustia de la carrera por vacunarse cuando ni siquiera se han homologado?

¿No deberían recibir la vacuna quienes más expuestos están a las relaciones? Me refiero a los sanitarios, pero también a las cajeras de los supermercados, a los camareros, a los taxistas?

¿Es necesario recordar en este contexto de placebos y de euforia que la pandemia sigue amontonando cadáveres? Tantos, tantos que ayer se batió un récord: 537

La pandemia tiene sus aspectos negativos, devastadores, pero ¿no os parece digno de celebrarse que se extingan las comidas y cenas de empresa y que las limitaciones de reunión impidan el cuñadismo?

¿Habéis reparado en que la cifra de comensales homologada por Sánchez en Navidad coincide con la de la España que madruga? Profesor, reaccione. Ábranos las puertas de Sotogrande.

Crisis de inmigrantes y crisis de turistas a la vez en Canarias. ¿Están llegando los extranjeros equivocados? No es humor negro, sino la colisión de dos realidades.

Iglesias iba a quedarse fuera del control de los fondos de la UE hasta que ha terminado quedándose dentro. ¿Amenazó con boicotear los Presupuestos si se humillaba con el confinamiento?”.

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “Cabalgando contradicciones, que diría Iglesias, Pedro Sánchez se acerca a un nuevo éxito de su carrera política. Y no es ironía. Sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado es la misión fundamental que cada año se propone un gobernante (en el caso de España, cada dos o tres años porque aquí somos de hacer elecciones más a menudo que nadie desde que descubrimos la nueva política). Los Presupuestos son la etapa reina de la carrera: si se supera, el resto (salvo que seas Rajoy, te salga la sentencia de la Gurtel y te deje tirado el PNV) es cuesta abajo y con el viento en el cogote. Y así es como amanece hoy Sánchez: acariciando ya la victoria. Su pelotón lo componen Iglesias, Junqueras, Urkullu y Arnaldo Otegi, por orden de importancia aritmética.

Antes ha tenido pagar peajes, claro. Todo gobierno en minoría parlamentaria --–y éste lo es--- ha tenido que hacerlo. Y éste, como es de coalición, ha tenido que pagarse primero el peaje a sí mismo: Sánchez ha encumbrado a Iglesias como muñidor de la mayoría parlamentaria en la que se sostiene. Le madrugó los pactos y ha presentado resultados antes que el otro sector del gobierno, el que anda cortejando a Ciudadanos. No sólo eso, anoche se apresuró a publicar un tuit para celebrar lo que llama la consolidación del bloque de la investidura (nada le gustan más a Iglesias que los bloques y los frentes). Su bloque ideal es éste que forman él mismo, Oriol Junqueras y Analdo Otegi. Por eso en el tuit no dice nada del PNV, que también va a apoyar los Presupuestos pero que para Iglesias no existe. Sus hermanos del alma son los que son: Junqueras, condenado por sedición, y Otegi, condenado por pertenencia a la mafia. Los nuevos popes del progresismo en España”.

En la SER, Ángels Barceló afirmaba: “Sobre este dinero, o a cuenta de la gestión y del reparto de este dinero, se abrió ayer una nueva grieta en el Gobierno, que se taponó inmediatamente, con la rectificación del propio Gobierno. Si ayer a esta hora les contábamos que en el control de este reparto solo participaba una ministra de Unidas Podemos, y que el resto, hasta diez, eran de la parte socialista del ejecutivo, hoy les contamos que el control lo va a ejercer todo el consejo de ministros.

¿Qué pasó entre una cosa y la otra? Pues que Pablo Iglesias se molestó por quedar al margen y Pedro Sánchez se rectificó a sí mismo. Nuevo episodio de tensión en el Gobierno, apoyos para los presupuestos, plan de vacunación, propuestas o recomendaciones de cómo debería ser la Navidad.

Todo esto pasó ayer mientras los datos arrojaban la terrible cifra de 537 fallecidos por COVID. 537 muertos, como en los peores días de la primera ola de la pandemia, y nosotros pensando en la Navidad, y los responsables políticos poniendo número de asistentes a las cenas y horarios al toque de queda. Pasemos esta Navidad como podamos y pensemos en la del año que viene, vacuna mediante”.

En la SER, José María Izquierdo decía: “Parece que el inefable Donald Trump, ese trastorno de la naturaleza, tal que un huevo con cinco yemas o un corderito con seis patas ha decidido dejar de darse cabezazos contra el muro de la estupidez, y va a dejar vía libre para que el ganador de las elecciones, Joe Biden, tome posesión de su cargo.

La realidad, ya se sabe, es muy terca. Como en España, que todo indica que Pedro Sánchez sacará adelante los Presupuestos, por lo civil o por lo criminal, y tendremos gobierno de coalición socialcomunistabolivariano para algunos meses o años más de los que preveía el PP.

Así que podría convenir a los intereses del pimpollo Casado, que ya saben que no son los del Ojo, que moderara sus prisas, pisara el freno y empezara a abandonar esa brutal política de kamikaze que ha impuesto a su partido.

Quizá, golpe tras golpe, haya aprendido que nunca ganará elecciones desde las cuevas de la Edad de Piedra, esos tiempos, ideas y maneras en los que vive Vox. ¿Cambiará o esa es su naturaleza?”.

En la COPE, el economista José María Gay de Liébana apuntaba: “Aunque estemos más tranquilos por las buenas noticias sobre las vacunas, no es momento de bajar la guardia, porque en el acontecer económico mundial acechan amenazas. Habrá que ver cómo se encauza con Biden en la Casa Blanca el gran duelo entre EE.UU y China y, sobre todo, si se liman asperezas. Porque ese conflicto castiga de retruque a Europa, en concreto, en las exportaciones hacia aquellos países y el retraimiento del comercio mundial es un freno para avanzar. El debilitamiento de la demanda externa es un shock para el crecimiento mundial. En 2020 la caída del comercio mundial de bienes y servicios será del -10,4%, cuando en 2019 solo se incrementó el 1%. El Banco de España prevé una caída de nuestras exportaciones de bienes y servicios en 2020 entre el 20% y 25% en 2020 y un retroceso de las importaciones entre el 19% y 22%.

Los roces entre EE.UU y Europa son negativos también para que la economía del Viejo Continente recobre su pulso normal. Además, en un mes tenemos aquí un follón monumental del que veremos cómo diantre se sale: el Brexit, que se presume caótico y con palos comerciales de envergadura para británicos y continente. En el panorama del petróleo pueden agudizarse las discrepancias en las relaciones entre los países productores por las tensiones en el precio y los voluminosos stocks que se están acumulando. Igual aparecen por ahí sombras de espionaje en plan peliculero. Y el contexto de baja inflación y fuerte endeudamiento de las economías avanzadas, aflojando la demanda agregada – bienes y servicios que se adquieren en un país -, plantea una duda: ¿entramos en tiempos de desinflación o de deflación? En fin, que nunca se puede estar tranquilo económicamente hablando…”.