La psiquiatra infantil Caroline Eliacheff lo advirtió cuando en España se iba a aprobar la ley trans: se están usando métodos que otros países han prohibido "tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles". 

Razón no le faltaba, y poco tiempo después la Seguridad Social británica confirmó que las clínicas de identidad de género dajerían de recetar fármacos bloqueadores de la pubertad a los menores. Además publicaba una guía con nuevos protocolos escolares ante casos de disforia de género, dando un paso atrás para ser cautos con un tema tan importante y con consecuencias tan irreversibles como es el cambio de sexo.

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Ahora, según anuncia la Plataforma Contra el Borrado de las Mujeres, el Servicio Nacional de Salud va a tomar medidas contra la ideología transgénero en los hospitales, "prohibiendo términos como «alimentación torácica»". La Secretaria de Sanidad, Victoria Atkins anunciará la próxima semana los cambios en la normativa del NHS que establece los derechos de los pacientes.

También se prohibirá usar «personas que tienen ovarios» en lugar de «mujeres», según los planes para garantizar que los hospitales utilicen un lenguaje claro basado en el sexo biológico.

La nueva normativa prohibirá que los varones trans reciban tratamiento en las salas de hospitalización femeninas para garantizar que las mujeres y las niñas gocen de «intimidad y protección» en los hospitales, y las pacientes podrán solicitar que los cuidados íntimos los realice alguien de su mismo sexo biológico.

Además, se hará hincapié en la importancia de utilizar un lenguaje «específico para cada sexo» en los servicios sanitarios. Una de las medidas más esperadas porque se eliminaron las referencias a las mujeres de los consejos médicos sobre la menopausia y enfermedades como el cáncer de cuello de útero y de ovarios.

Así, se acabará con términos usados en la red de centros del NHS como: «madres o padres parturientos», «alimentación pectoral» y «maternal y parental». Y es que en los Hospitales podías elegir si decir «leche materna» o «leche humana» o «leche pectoral» o «leche del progenitor lactante».

Kemi Badenoch, ministra de la Mujer y la Igualdad, ha respaldado una investigación pública y el cambio de normativa sobre la «omnipresente influencia» de la ideología transgénero en el NHS.