En un país históricamente machista, como Japón, es noticia que una mujer por primera vez se haya convertido en la primera ministra.
Se trata de Sanae Takaichi, que pertenece al Partido Liberal Democrático (PLD) -el partido conservador-, que fue elegida en la primera vuelta por la cámara baja del Parlamento hoy, 21 de octubre, gracias a su pacto con el reformista Partido de la Innovación de Japón (Ishin). En total, consiguió 237 de los 465 escaños en juego, cuatro por encima de los necesarios.
Decimos que se trata de un país históricamente machista porque, por ejemplo, suele ocupar los últimos puestos en los informes de brecha de género: en 2025, concretamente, en el 118 de 148 según el Foro Económico Mundial. Y en el año 2023, de 1.643 empresas cotizadas japonesas, tan solo 13 mujeres ocupaban el cargo de CEO.
Volviendo a Sanae Takaichi (64 años), en su discurso de investidura, subrayó la necesidad de "fortalecer la economía y asegurar el futuro de Japón". "Trabajar, trabajar y trabajar para restaurar la confianza y revitalizar Japón". Es nacionalista japonesa y le gustan las recetas liberales.
Se declara admiradora de la británica Margaret Thatcher y tocó la batería en un grupo de rock duro. Se opone al matrimonio homosexual, a que mujeres ocupen el trono imperial y a la reforma que permitirían a las parejas casadas mantener apellidos diferentes.
También propone restricciones a la adquisición de inmuebles por extranjeros y medidas más severas contra la inmigración ilegal.










