Como se recordará, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, realizó en octubre de 2023 unas declaraciones acerca de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza que no gustaron nada a los judíos: "Estoy profundamente preocupado por las claras violaciones del derecho internacional humanitario que estamos presenciando en Gaza. Permítanme ser claro. Ninguna parte en un conflicto armado está por encima del derecho internacional humanitario". 

La respuesta de Israel no se hizo esperar y su embajador ante la ONU Gilad Erdan acusó a Guterres: "A menos que se disculpe inmediatamente, hoy le hemos dicho que se disculpe, no hay justificación para la existencia de este edificio. Este edificio se creó para prevenir atrocidades. ¿Cómo puede el Secretario General, con sus palabras, justificar de algún modo las terribles atrocidades que les ocurrieron a nuestros civiles? Civiles inocentes". 

Además, el pasado 29 de diciembre, Sudáfrica denunció a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por haber cometido un presunto genocidio en Gaza contra los palestinos, en su respuesta al ataque que Israel sufrió el pasado 7 de octubre por parte de los terroristas de Hamas.

Como respuesta a esa acusación sudafricana, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió el viernes pasado 26 de enero un dictamen provisional pidiendo a Tel Aviv medidas cautelares “inmediatas y efectivas” que impidan un genocidio, aunque no ordenó a los judíos dejar de actuar militarmente (una medida cautelar que había pedido Sudáfrica). La CIJ también exigió a Tel Aviv garantizar la ayuda humanitaria en Gaza. 

Tras la sentencia del viernes, Israel respondió: “Como todo país, Israel tiene el derecho básico a la autodefensa. La Corte de La Haya rechazó la indignante exigencia de privarnos de este derecho". “Pero la afirmación misma de que Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos no es solo falsa, es indignante, y la voluntad del tribunal de discutirlo. Este es un signo de desgracia que no se borrará en generaciones", recoge Enlace Judío

Hasta diez países han anunciado que retiran su financiación a la UNRWA: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Países Bajos, Finlandia, Suiza, Canadá y Australia

Y en ese contexto, Israel denunció que personal de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) habrían ayudado a los terroristas palestinos para efectuar su ataque del pasado 7 de octubre. 

Claro, semejante acusación ha dado 'la vuelta al marcador' de la opinión pública y la propaganda, que hasta el momento la estaba perdiendo Israel por sus represalias en Gaza. Tanto es así que hasta once países han anunciado que retiran su financiación a la UNRWA: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Países Bajos, Finlandia, Suiza, Canadá, Australia y Japón.

Porque, ¿qué hace una agencia de la ONU colaborando con terroristas?

Dada la gravedad de las acusaciones, hasta el propio Guterres ha anunciado: "Cualquier empleado de la ONU involucrado en actos de terrorismo deberá rendir cuentas, incluso mediante un proceso penal. La Secretaría está dispuesta a cooperar con la autoridad competente capaz de procesar a las personas de conformidad con los procedimientos normales". Y añadió: "Si bien comprendo sus preocupaciones (yo mismo me sentí horrorizado por estas acusaciones), hago un enérgico llamamiento a los gobiernos que han suspendido sus contribuciones para que, al menos, garanticen la continuidad de las operaciones de la UNRWA".