Prosigue el conflicto bélico entre Israel y los terroristas yihadistas palestinos de Hamas, después de que el pasado 7 de octubre, estos últimos iniciasen un ataque contra Israel, desde la Franja de Gaza, lanzando más de 3.000 cohetes y con más de 2.000 terroristas que cruzaron la frontera entre Gaza e Israel, atacando bases militares y comunidades civiles, causando la muerte de más de 1.400 personas, entre ellos cerca de 300 jóvenes que fueron asesinados cuando participaban en un festival de música en suelo israelí. 

Unos 220 civiles, incluyendo mujeres y niños, fueron secuestrados por Hamas. 

Las negociaciones se intensifican este miércoles para lograr un "alto el fuego" o al menos "una pausa humanitaria" en la Franja de Gaza, antes de que los hospitales tengan que cesar sus operaciones por falta de combustible, como ha advertido la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Hablando de la ONU, su secretario general, Antonio Guterres, condenó el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre como un acto "horrible" de terrorismo, pero advirtió que no ocurría "en el vacío", sino tras "56 años de ocupación sofocante" de los territorios palestinos por parte de Israel.