No se confundan por el hecho de que 'Yayoyou' Biden, un día después de que despegara de Beijing el avión de su secretario de Estado, calificará a Xi Jinping como dictador. Es lo menos que podía decir, aunque quizás el mejor momento para hacerlo no fuera 24 horas después de que su secretario de Estado despegara de Beijing, de regreso a casa, tras una viaje a Beijing encaminado a evitar el conflicto entre Pekín y Washington.

No, nos confundamos. Lo cierto es que el secretario de Estado, Antony Blinken, aseguró que Estados Unidos no defiende la  independencia de Taiwán, cuando se vino abajo ante el chino Xi Jinping, el principal y mas miserable tirano del mundo en el momento presente.

Blinken

Esto nos retrotrae al acuerdo de 1997 por lo que, a través de un periodo transitorio, Reino Unido también cedió vergonzosamente ante la República Popular China en el caso de Hong Kong. Al final, miren en lo que ha acabado Hong Kong: como arquetipo global de "un país, dos sistemas", como capital mundial del capi-comunismo. Economía capitalista y régimen político comunista. O sea, lo malo y lo peor.

En cualquier caso, supongo que en la antigua Formosa se habrán hecho cruces con las palabras de Blinken, ¿Cómo que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán? Lo ha hecho hasta ahora, desde el triunfo de la revolución de Mao en las década de los años cuarenta del pasado siglo.

Al tiempo, los chinos se muestran cada más agresivos con la antigua China nacionalista. No es de extrañar porque la traducción de las palabras de Blinken es esta. Estados Unidos abandona la defensa de Taiwán y Taiwán, que en su día se sentó en el Consejo de Seguridad de la ONU, terminará en manos chinas.

Y frente a Pekín sólo vale enseñar los dientes, tanto desde el punto de vista militar como desde el comercial.

Lo que no puede ser es que Occidente esté dirigido por un viejo senil llamado Joe Biden una activista de la ideología de género (Kamala Harris) y un diplomático cobardón, como Antony Blinken. 

Occidente cedió en Hong Kong, ahora en Taiwán, ¿quién será el siguiente?